Blogia
_____El blog de los Cuarentones

LA TARDE ESTABA FANTÁSTICA

LA TARDE ESTABA FANTÁSTICA

   

Hacía ya tanto tiempo, que me costó dar con la entrada. El sitio no había cambiado mucho, todo seguía colocado de similar manera. Había como siempre de fondo un rumor sordo, algo como unos rápidos de agua, canturreaban por entre las rocas dejando tan solo unas gotas a modo de sombra, de recuerdo y siguiendo adelante cantarina en busca de otro rápido por el que demostrar su pericia esquivándolo.

Me costó sentirme bien y mientras el teléfono sonaba para quedar, intenté leer lo que las aguas en su discurrir habían dejado en las rocas, pero no fue posible, para leerlas bien había que sumergirse y... la verdad... no he traído yo ganas de una inmersión.

De repente todo encajaba, ya no era un nativo que conocía los atajos, los ruidos, los rápidos. Ahí estaba yo, con cara de guiri intentando esa salmodia que tanto gusta a los abuelos, "aquí había..., allí vivía..., con esas pieles se vestía...." Es una extraña sensación sentirse extraño en un sitio que tan familiar te fue, pero no es una tragedia, ni mucho menos, es síntoma de vida comprobar que las piedras se mueven, que las anclas y cadenas se pueden dejar tendidas sobre la arena, en una playa sin mar, una playa que es una pantalla por la que al mundo asomar.

Esa pequeña pantalla unos la usan para aprender, otros para disfrutar, otros, paradojas de la vida, para disfrutar sufriendo o haciendo sufrir, otros por sublimar sus emociones, otros... los más para esconderse tras una de esas rocas de los rápidos, creyéndose importante por ser roca y olvidando que la importante es el agua que mana y salta en el riachuelo, que hoy acaricia las piedras por más que éstas traten de herirlas y que mañana besará la arena en la playa y que mañana cabalgará a lomos de una nube impulsada por el viento ese que hoy movía los árboles junto al rápido del río donde la roca oculta se quedó a vivir.

¿Somos agua, rocas, viento?, quizá en nuestros locos sueños olvidemos que somos personas, quizá olvidemos eso, pero, si algo de todo eso fuéramos, ¿quien querría ser roca?, yo no, desde luego, o bien viento que curioso acaricia tan pronto los árboles en el bosque como mesa tus cabellos con aroma de besos. O bien parte de ese agua que cíclicamente retorna a saludar a la roca, aburrida de musgo, bailando a su alrededor y riendo mientras ella, la roca, se queda allí con el ceño adusto.

La tarde estaba fantástica, el sol se ha ido a lucir otro cielo, ha dejado las estrellas, la luna, llena o casi, nos ha dejado los sueños, el rumor del agua saltando, la roca rumiando su venganza, quieta, yerta, el viento silbando, el sueño acechando y mis amigos... llamando a la puerta empeñados en llevarme a bailar. La tarde... fantástica, la noche... mejor, los sueños... locos y las palabras... ¿se hundirán en el agua o flotarán en el viento? qué importa, allí quedaron tendidas, si saben volar... mejor.

Knightma

 

0 comentarios