TENGAMOS PAZ

En estos momentos en que la guerra de géneros está abierta y con ello se juguetea, existen opiniones dispares que motivan a las gentes a la polémica y crear en ocasiones un raro ambiente. Se ocasiona, a veces, malestar a unos y regodeo en otros que sólo lleva a que una relación humana tan cordial agonice. Debemos entonces, cargarnos de humanidad y comprensión, no permitirlo y confirmar de una vez por todas que esta relación de géneros no se tambalee, poner cada uno de nosotros el mejor presente para labrar nuestro mundo con la mejor simiente, y poder conseguir que la tan ansiada convivencia se eternice, que no exista ningún impedimento que la neutralice, que todo el mundo se confraternice y que incluso el que opina lo contrario lo haga suyo y lo simbolice. 
 

Es por tanto la conducta humana una condición para que todos unidos lleguemos a la comprensión. No pensar que unos están por encima de otros, que el servilismo desaparezca sin distinción y que todos por igual podamos llevar a cabo nuestra libre elección. Vivir todos juntos y felices día a día en la más pura y brillante armonía, consiguiendo que cualquier estado calamitoso lo convirtamos en el más respetuoso de los acontecimientos y lo elevemos a la Gloria para que nos sea de lo más beneficioso, destruyendo todos los posibles ramajes malignos que conduzcan a la acrimonia.

 

Que nadie realice esa conocida jactancia para desunión de muchos y alegría para algunos. Simplemente que se limite al esfuerzo de contribuir que desaparezca entre géneros esa distancia y hacer posible la convivencia, obteniendo por encima de todo entre personas la mejor tolerancia conseguida a base de actuar simplemente como personas primero y quien no lo entienda que se quite de los ojos el vendaje, sólo así se conseguirá de una vez por todas, el que todos vivamos en el más bello y humano paraje.

 

 Epycuro  

5 / 4 / 2005