PARA UNA PERSONA QUERIDA DE ESTE FORO
Con la prisa parsimoniosa de quien se sabe indemne ante el riesgo, él comenzó a desnudarla. Bastó con besar su cuello para echar a tierra todos los muros. Cayó la camisa al suelo y comenzó el cálido diálogo de las manos que saben entrelazar palabras de deseo en los pechos de la amante. Allí estaban los dos únicos habitantes del mundo. Nada más existía. Era jueves.
Cuando nos olvidamos de los papeles pautados y de los títulos, de la gente solemne, de las reglas y de los preceptos, sobran las palabras, sólo queda la música de la vida. ¡Sabes!, ¡amor!, que en esos momentos me gusta tamborilear sobre tu espalda mientras tú te entretienes en dibujarme frases de agua en el cuello, mientras tú enhebras en mi oído, libros repletos de historias sin palabras que yo entiendo y adivino, cuando nos reímos juntos y de tanto desearnos, me traspasas y me completas.
Tú me concilias conmigo misma cuando me amas, cuando me deseas, cuando te pierdes en la geografía de mis zapatos sin pie, o en el bosque frondoso que antecede a mi pubis, cuando me susurras silencios perdido en mi ombligo o cuando me atas a la vida con tus embistes de océano.
¡Sabes! ¡amor!, dejaste mi cama repleta de flores, eterna primavera...
Anónima. Dibujando entelequias desde mi ventana.
Invitado
27/6/2005
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