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_____El blog de los Cuarentones

PRETÉRITO INDEFINIDO

PRETÉRITO INDEFINIDO

  

Una noche no significa nada. Si acaso, los recuerdos de un aroma, la sensación de plenitudes, el desahogo de pasiones esperadas y encontradas. Injustamente, con el tiempo, se pierden los rasgos peculiares de una cara, los colores de las sonrisas y el ademán de los gestos. Hasta llegan a diluirse en la nada los gemidos y susurros, como si fueran llevados al futuro y se piensa que son producto de la imaginación. Quizá hayan sido emitidos por otra persona en un pasado más reciente o simplemente se inventan como recuerdo, haciendo una mezcolanza de los más sublimes.

De tanto en cuanto, aparecen flashes estáticos, enmarcados en blanco y negro, de aquellas particularidades que hicieron de alguien algo especial en un momento determinado. Quizá la sensualidad que te mostró, quizá la ternura de una caricia, la forma de besar, el vello, la suavidad y tersura de la piel o una voz melodiosa e insinuante.

Sin embargo, hay otros valores que dejan un permanente y hondo recuerdo. Es el de esas personas que siempre tienen algo que decir, que intercambian risas y sonrisas, que capturan y hacen de la complicidad un arte. Consiguen que uno se mantenga siempre a la expectativa y añore repetir esa misma compañía. Son escasas, pero no hay que ir al fin del mundo a buscarlas. La mayoría de las veces están ahí y te las tropiezas a la vuelta de la esquina.

Cimón
17/10/2004

1 comentario

Mityu -

No se trata de que me guste "Te recuerdo Amanda".
Una noche no significa nada. Cinco minutos lo son todo. Una sola frase puede prenderte por años de unas letras que se clavan como espinas de plata, afiladas espinas que ningún otoño dorado arranca, ningún clavel esconde.
Una noche podría ser alimento para toda la vida, como una mirada para alguien era un mundo. No se exagera. Sí se exagera. No depende del tiempo,sino del que habita el cuerpo.
Buscar novedad constante es desconocer que todo es novedad y nada es constante. Abandonar un lecho, una mente por conocidos es haber dejado de querer conocer.
Las competiciones son detestables a la creación, al momento sublime, a la eternidad.
Sólo lo alcanzan aquellos capaces de vivir eternamente en cinco minutos, de fundirse con olor del jazmín unos segundos, de retener un beso en un bucle cuya estructura se repite, almacenada en los labios.

http://www.goear.com/listen.php?v=2bfeec2

Un saludo