SEPTIEMBRE
Observo el rocío del verano al otoño
resbalar con indiferencia persistente
por cada nueva y vieja hoja de este
maldito y frío calendario de Septiembre.
Se me escapa el pensarte, amor,
y no quiero hacerlo aunque parezca una traición.
Me digo a mi misma que el hielo está tan consolidado
que no necesito un abrazo, ni un beso, ni una mano,
ni un te quiero, ni recordar aquellos días
en que pude sentir tanta pasión.
Maldigo el rótulo de esta página del calendario
obligada a recorrer otra autopista,
frenando y acelerando esos miedos ocultos
que visten imágenes de naranjos en flor.
Y congelo el recuerdo con esfuerzo
mientras sigo bailando bailes absurdos
frente al mirador de la gran ciudad.
Finjo que mi alma no se quedó
perdida en ese vacío de tu ausencia
como savia helada que preserva
mi memoria de tu recuerdo.
Y me dejaste en prenda de vida solo
mi propia sombra, amor...
Merimer
18/9/2005
0 comentarios