PERMÍTANME UNA SONRISA, POR EL GRAJO
Me resulta inverosímil el aguante que tienen algunas mujeres y, por más que me estrujo las meninges, no llego a entender cómo son capaces de dejar manosear sus delicadas y sensibles superficies por tipos sosos y, en tenor literal, "profundamente asociales y mortalmente aburridos". Sus babas deben ser el elixir que las atonta.
Todavía me resulta más increíble si, el tipo en cuestión, es de gatillo ligero, ansiedad inaplazable y excusas infantiles. O se tiene mucho aguante o mucha necesidad.
Al parecer, estuve allí errático y débil, en los brazos de una amante, de pellejos tersos y lúcida mente, mientras la dama ejercía su decidida vocación. Lo que no acierto a recordar es si, ésta, era la virtud teologal o el pecado capital de la lujuria. Y, sin embargo, heme aquí de nuevo, cual tripulante de Ergos que huyó apresurado con el vellocino dorado de la dama, prendado del pubis de la Medea encantada, postrado de dolor y confuso por la aflicción, escuchando en público foro sus reproches. He topado ahora con la roja flor otoñal, que preconiza el final de mis días y descubre la amargura de mis noches.
- ¡Oh veneno, ven a mí e imprégname con tus efluvios de moral despistada!-
No sé muy bien si pedir disculpas por no saber contentar y saciar todas las expectativas por igual o agradecer, fina, llana y educadamente a la del montículo venusiano, por descubrir al mundo mi pasión principal. De hecho, mi única diversión es Engañar a bobas y, además, olvidarlas de inmediato. Porque no son feas, eso no, pero llega un momento que es imposible atender todas las demandas y ha de comenzarse a ser más selectivo.
Existen muchas acepciones de huevón. Una de ellas es "Individuo apático, calmoso, impertérrito, que no reacciona ni tras padecer los estímulos más conminatorios. Tiende a exasperar a todo el mundo, sobre todo a las mujeres". La verdad es que las caricias llegan por donde menos se esperan y se lo ponen a uno a huevo. ...Unas pocas palabras bastan.
Al parecer sí, el tal cojo, pérfido o como quiera que se llame el personaje , algún olvido debió tener con alguien que le resultó un trauma insuperable. Debe sufrir mucho, de venir aquí y ahora con estos pelos y con tales ínfulas.
Ah, sólo una cosa más: le enviaré una docena de bragas para que no acuda usted de pordiosera a sus ratos íntimos, así, a partir de ahora, podrá usted decir con toda la razón: "me cambio de nick, como me cambio de bragas".
En cuanto al resto de mensajes de alusión directa, ni caso. Deben mejorar considerablemente.
Que disfruten ustedes del Pilar.
El Grajo.
P.D. todavía más especial para Cólquide: Amarre usted sus tildes: se le van de donde tienen que estar y se le colocan en desbandada. Y la hora: No lo haga usted siempre a la misma. Se le ve, además del vellocino, el serpentín.
Un beso acalorado, por si acaso.
El Grajo
12/10/2006
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