LA FINA LÍNEA QUE SEPARA LA IRONÍA DEL SARCASMO
La fina franja, que separa la ironía del sarcasmo, es una tierra de nadie donde no todos nos manejamos con la misma soltura. Mientras que para unos es un terreno fácil de recorrer, donde siempre verán ironía y disfrutarán si la figura retórica es una creación lograda e interesante; para otros, siempre será sarcasmo, ironía mordaz, hiriente y humillante. Sufrirán al ver sus virtudes reflejadas en un espejo, que las distorsiona hasta convertirlas en defectos.
De cualquier forma, cuando las palabras irónicas se refieren a los demás, las despojamos de intencionalidad y nos quedamos con su gracia y humor. Cuando se refieren a nosotros, no podemos eludir el analizarlas y preguntarnos que se pretende con ellas.
Un cordial saludo
Nora
9 / 1 / 2005
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