REALIDAD

   

La realidad es bien distinta a la ficción. Mi realidad es madre de experiencias afortunadas, voces de aleluya de canto melódico que te transportan al sosiego, lugar de encuentro de agua dulce en terreno árido, juegos artificiales en noche de tormenta, es tan bonita, tan hermosa mi realidad que me gustaría vivirla eternamente, vivirla, en compañía de lo que más aprecio. Llegar al limbo esperando la redención que te transporte al sagrado lugar por excelencia, sería el premio ejemplar otorgado a la condición humana.

Mi realidad la vivo todos los días en la más absoluta dicha, las trabas e impedimentos no entran a formar parte de desgracia alguna, todo es de color de rosa, inalterable, comodidades por doquier, estabilidad sentimental con la persona amada, seguridad en el trabajo. Sigue siendo tan bonita, tan hermosa mi realidad, que no existen guerras, enfermedades, ni hambre en el mundo.

En un momento de mi realidad, oigo un pitido suave, lejano, acompasado, con ligeros intervalos progresivos cada vez en tono más alto. De golpe, cuando ese sonido alcanza su máxima expresión y se hace inaguantable, los párpados se abren y extendiendo el brazo, desconecto lo que conocemos como despertador, ese aparato que todos los días nos avisa de la existencia de la verdadera realidad; no obstante, vivir en esta cruda realidad sigue siendo bello.

Angelillo. 

 

Angel-Guardian

03/01/2003