EL AMOR, LOS ELFOS... Y UNOS CÓMPLICES
Me voy a desnudar... me quito el traje
vuelvo a mi camino... a ser travieso
quiero proponerte... yo una cena
“de esas que por ahí... dan con el queso”.
Descansa tus dos ojos... te propongo
que vengas al lindero... de este bosque
que sientas la pasión... junto a ese árbol
cuando el amado sol... cierre los ojos.
-el escenario... y sus cómplices-
“La tarde se incendia en aires rojos, una suave brisa corre como un suspiro acariciada por las alas de la música de media docena de grillos que, sonrientes salen de sus casitas con sus violines a cuestas a cantarle al sol, acompaña la música de esas seis almas una nana para acunarle en un cuento. La luna se despierta sonriente al oírse en la música del grillo... es un nuevo día para ella. Comienza su mañana preparando, esponjas en las nubes como almohadas, para que ahí su pequeño... acueste el pecho. Le pide a las estrellas un silencio, ya que su amado sol está escuchando, los cuentos que le cantan los seis grillos, y mientras que ella... como ausente, le mulle con sus manos una nube, para que ahí su pequeño... acueste el pecho”.
La noche señorea ya entre los árboles, hoy se han levantado... un poco antes, el lobo les ha dicho antes de anoche, que iban a cenar hoy dos humanos. Sentados en un circulo de fuego, cuatro de los elfos mas antiguos, preparan un menú muy temerosos, puesto que las voces de las “?xianas”, si dentro del bosque no hay buen “tiento”, pueden provocar cosas “mu raras”... si no se cuida bien el alimento... ¡! pueden provocar al mas pintado ¡!.
-el menú de los elfos-
El crepúsculo abre las grandes puertas de la noche, una tenue luz deja entrever unas escaleras de colores dorados y verdes intensos, a menudo que los batientes chirrían al forzar cuatro grandes y viejas bisagras la luz se hace mas clara, tornándose el verde oro en un tono manzana acariciado de luna. Baja un primer elfo y en sus manos, veinte o veinticinco mariposas, de alas cristalinas ¡ como ojos ¡, vierten sobre las ramas de un árbol, una dulce miel provocativa, como una catarata de caricias, que tintineando en los cabellos, de la muchachita de piel blanca, la llena con dulzura... la garganta.
Un elfo mas pequeño viene ahora, baja rodeado de racimos, de uvas que estallando en las estrellas, vierten sobre el “guaje” de ojos claros, orujos incendiados de pasión.!! Salen jugueteando un par de ardillas... locas de contentas con dos nueces ¡!sobre crines blancas de un caballo, que un elfo de agua y sal lleva en los ojos, mira fijamente a la muchacha y le viste todo el cuerpo de montañas, de curvas que al unirse a las dos nueces , dibujan una paisaje tan hermoso , que hace que las voces de las “xanas”... se callen ya por fin en esta noche.
Una madre elfa en Cadrijuelo, se ha pasado el día preparando, unos panecillos de “boroña”, que al espolvorearlos con almíbar, llenan el espíritu del lobo, que vive por la sangre del muchacho.
La luna tiene sueño ya bosteza... la música de los grillos se desvanece en la brisa... el sol se mueve inquieto entre las nubes mientras... unas estrellan terminan de planchar para la luna su camisón de seda blanca...
La luna está desnuda, el sol mira su cuerpo... la luna le sonríe, “guaje ven dame un beso”... la miel de su garganta, calma la sed del lobo.
Un sol de piel y de fuego la luna se está bebiendo... al sol le estallan las uvas sobre el cuerpo de la luna.
Manos de mil colores... de montañas... de pasiones, acarician dos cuerpos desnudos... el del sol... el de la luna, mientras las nueces se funden en el fuego de sus labios. La luna se vuelve en agua el sol la baña con pan... fundidos en el almíbar dentro de un arroyo van... al lindero de ese bosque pues ellos quieren estar... en la piel de esos dos “guajes” cuando les incite el fuego a juntarse en... esperanzas.
Se apaga la voz del lobo... el sol sonríe en el cielo... canta contento un gallo... ya despierta Cadrijuelo.
Jandalillo
24/11/2003
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