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_____El blog de los Cuarentones

HOY ES OTRO DÍA

HOY ES OTRO DÍA

  

Desde hace mucho tiempo, tengo la sensación de ser una mujer afortunada. Es cierto que no ceso de caer, pero caigo lentamente, como si un buen designio del azar, propio de la esplendidez de mi fortuna, hubiese decidido amortiguar la brutalidad del golpe.

No niego que antaño, mirando hipnotizada el precipicio, albergaba ingenuamente la ilusión de acabar hecha papilla tras un vuelo decoroso y fulminante. Nada de eso, por favor. Si en realidad, mi caída es tan amable que sólo me inoportuna en la medida en que podría fatigarme la incomodidad de un largo viaje. Además no hay que olvidar que el precipicio cuenta con mullidos escalones, confortables refugios y hasta incluso con algún que otro prometedor remonte en donde, según algunos, aún puedes llegar a encontrar el amor, conocer a tu amante, tener gemelos, ser de nuevo una miserable caradura o aspirar a padecer una dichosa enfermedad mental.

Claro que en la caída, todo el mundo no corre la misma suerte: Hay quienes, impelidos quizás por un súbito ataque de celos, desafían las entrañas rigurosas del vacío con la esperanza lela de topar con una red. Nosotros, los cobardes, solemos apartarnos y, con un desaire tierno, jaleamos las caídas de esos pobres pioneros que dan pena.

Hay también quienes, desde la soledad de sus abismos rezagados, suplican que les esperes, ignorando que el pavor que garantiza su demora será siempre su inmediata salvación. Y hay héroes, en fin que caen levemente: Por extraño que parezca, casi todas son mujeres. Mujeres aferradas al orgullo de su resignación que les impide entender la vida más allá de este lugar. Y al verlas, es necesario huir. Pues nada espanta más que su obstinada vocación: Esperan un milagro.

No sé. Desde hace un rato, quizás desde el momento en que he empezado a leer el foro, les juro que, a favor de mi caída, estoy sintiendo en el pecho una inquietante opresión. No es angustia, ni vértigo. Tal vez algo peor: optimismo. ¿Será porque viajo los fines de semana y me tomo unas pequeñas vacaciones? No sé. Me enviaré a mí mima una postal desde mi pueblo la próxima vez.

Hetaira, buscando siempre un rastro distinto.

P.D. Y como no todos los mensajes necesitan respuestas, pienso que sería preferible que, cuando no tengan nada que decirme, mejor lo dejan tal cual, sin estropearlo con respuestas torticeras. Gracias.


14/11/2005

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