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_____El blog de los Cuarentones

RESPETO, AMISTAD, CARIÑO

RESPETO, AMISTAD, CARIÑO

   

Mi segundo matrimonio no podía fallar, no podía volver a huir, por todo ello pasaban los años sin que mi pasión se viera reconfortada.

Me había estado negando a la belleza, al amor y a la vida, a la pasión por vivir, la mayor y más importante pasión. La vida se hizo lenta, como si estuviera pagando una deuda a plazos en bien de algo que no sé si era amor, una carga, un destino, un traspiés del corazón. Pero nos teníamos respeto, amistad, cariño ¿qué más se puede pedir?

Poco a poco se convirtió en mi interior una tragedia, una lucha entre la lealtad, el cariño y el volver a empezar, yo nunca le abandonaría, se moriría de pena. Mucho dolor vivido, alegrías, y todo un mundo que nos rodeaba nos mantenía. Pero, esos silencios eran tan crueles, que me destrozaban. Sonó el teléfono y ella tras una breve conversación colgó y me dijo:
- Me he enamorado, me voy.

Y se fue, así sin mas, recogió todo lo suyo, no dejó ni el mas leve recuerdo, solo dejó las fotos, no quería saber nada del pasado. La pena acudió a mi mente, se hundió el suelo a mis pies y creí ver el vacío.
Su traición fue directa a mi corazón, mi fe en el mundo se resquebrajó, sin esperanza de creer en lealtades y mis pies quietos: con mundos por explorar y un silencio renace en mi vida.

Se fue sin avisar y me siento libre, con esperanzas aún cuando acuden las lágrimas al vuelo. 

  

-octopus-

27/09/2003 

   

2 comentarios

Senior -

Un verdadero placer leerle Mityu. Sus letras representan la frescura que paradójicamente otorga una mente bien amueblada por la experiencia.

Saludos.

Mityu -

Vivir una vida ficticia, pretendiendo que una idea se ha materializado es una tortura silente que muchos sostienen hasta el final de los días de su carne.
No era bastante el respeto, el cariño. No era bastante para el amor, aunque hubieran sido buenos cimientos para la amistad. Cuando algo acaba o nunca fue hay que dar el paso de reconocerlo en voz alta. Uno se sacrifica por el otro, y tal vez el otro por el uno. Mientras, la Piedad lo ha llenado todo de una asfixiante indolencia, borrando el impulso vital que hace saltar de la cama y reconocer el nuevo día como nuevo.
NO veo traición en la marcha de uno de ellos, aunque la verdad frente a frente es una prueba que pocos gladiadores urbanos superan.

Un saludo