Blogia
_____El blog de los Cuarentones

CAMBIO DE PAREJA

CAMBIO DE PAREJA

   

Una idea le machaca a diario a Manolo: hacer el cambio de parejas. No está casado formalmente, pero vive como pareja de hecho desde hace más de diez años. Es un hombre feliz porque se dan en él las circunstancias para serlo: un trabajo seguro y bien remunerado, una pareja que le comprende y que le apoya en cada momento, un pisito muy confortable y un apartamento en la playa. No tienen hijos por circunstancias fisiológicas, pero esa no le afecta; dice que, como se está poniendo la vida, los hijos es una responsabilidad muy grande. Quizás más adelante adopten una niña, pero las trabas administrativas son tantas que se le quitan las ganas de seguir con los trámites.

Se preguntaba el porqué de esa idea tan fija en su mente, ¿si era un hombre feliz en todos los aspectos, de donde provenía ese ansia por realizar el cambio de parejas? Lo que Manolo no aceptaba en si mismo, era dejar a su cónyuge “fuera de juego” , no, el morbo que le producía el juego era precisamente ése, el de ver a su pareja en los brazos de otro hombre, esa imagen le excitaba de tal manera, que casi le obsesionaba.

Decidió un día, ¡por fin! De proponer su plan a quien sabía de antemano de que le iba a costar mucho trabajo convencerle, ya que Fifí (su pareja) es una persona de unos valores tradicionalistas muy arraigados en los conceptos de la vida, y si trabajo le costó convencerle de vivir en pareja, sin casarse, lo que quería hacer ahora le parecía casi imposible, pero tenía que intentarlo, de lo contrario se iba a traumatizar con esa idea.

- Hola cariño. .Dijo Manolo dando un beso a Fifí,
- Hola cielo. ¿Muy cansado del curro?
- ¡Que va! ¡Oye, mira, que quiero proponerte una cosa! Dijo de sopetón Manolo bastante nervioso.
- ¡Uyyy yu yuyyyyyy! ¡Que te conozco Manolo, que te conozco! ¿Otra de las tuyas?
- No cariño. Sabes que te adoro ¿verdad?
- ¡Uhmm! No sé, no sé. Últimamente te veo algo rarillo.
- No digas eso, porque te he demostrado sobradamente lo mucho que te quiero.
- Sí, eso es verdad. ¡Bien! Pues tú me dirás.

Manolo se armó de valor y se dispuso a “soltar todo el lastre” que llevaba en su cabeza, de lo contrario, de seguir así, llegaría el momento de no poder soportarlo más.
- Mira cariño... esto que te voy a proponer, debes de analizarlo bajo el aspecto de la sinceridad y del amor; sabes que soy incapaz de engañarte con otra persona, me sentiría muy mal...
- Si cariño, eso me consta. -Dijo Fifí cortando el diálogo de Manolo.
- Verás... –Continúo Manolo sin todavía poder dominar la situación. Encendió un cigarrillo e intentó proseguir aparentando calma.
- Una idea me asalta y me machaca sin cesar.
- No me asustes, ¡por Dios Manolo!
- No. No, no es nada malo. Se trata de... de... que conozcamos a otras parejas afines a nosotros... y que nos relacionemos con ellas, y...
- Pero si ya conocemos a muchos...

- Ya, sí... cariño... pero yo me refiero a otro tipo de relación ¿comprendes? 

Fifí puso cara indefinida, ni de sorpresa, ni de disgusto, ni de nada. Sólo dijo:
- Hace tiempo que leo en tus ojos ese deseo, pero eras tú el que tenías que llevarlo a cabo. Sabes mi amor que sólo vivo para complacerte. Cuando quieras.

Manolo quedó atónito, su pareja no dejaba de sorprenderle, siempre para bien. Pensó en realizar su sueño ¡Por fin! Ignoraba el después, pero tenía que realizarlo, de lo contrario explotaría. El lunes sin falta puso el siguiente anuncio en la sección de contactos de una revista de tirada nacional:

“Pareja de hecho de gays. 35 y 32 años, ambos morenos, altos y muy atractivos, de aspecto muy varonil (sin pluma). Buscamos pareja similar para intercambio. Abstenerse malos rollos.”
 

   

Castelar-

26/10/2003  

 

0 comentarios