¿POR QUÉ VENDER NUESTRA DIGNIDAD POR UN PUÑADO DE CARICIAS

Con sinceridad os digo que os tengo un aprecio muy especial, sobre todo a los que no os conozco, buenos días a todos.

Hoy me han quitado lo puntos de la rodilla y me obligan a seguir guardando reposo, así es que estarè dando la lata por este curioso paraje hasta que me venga en gana.

Al grano que sino se enfada el compañero "viejofarero". Ayer sirvieron en bandeja de plata y sin sangre la cabeza de Paullito (Fue un corte limío y profesional). Podría ser un cebo importante para sus detractores y tratar de sacar neuróticamente el mayor beneficio posible.

Personalmente lo que más me llama la atención de este tipo de actos, es la variedad de formas que existen para pedir caricias, solicitar angustiosamente que nos quieran. Todo tiene unos límites, pero parece que en el campo emocional no los hay. Desde el momento que somos capaces de peder nuestra dignidad y arrastrar nuestra alma para pedir y muchas no recibir un puñado de caricias, debemos de aceptar que estamos enfermos.

Pero enfermos de que?, enfermos emocionales, enfermedad que suele ser adquirida en el desarrollo de nuestra infancia, la mayoría de las veces no somos concientes de estas carencias afectivas, el no ser conciente de estas deficiencias nos condena a vagar durante gran parte de nuestra vida, sino toda ella, mendigandocaricias y generando siempre relaciones insatisfactorias y dañinas, en muchos casos hasta lesivas fisicamente.

Creo que cuando uno llega a una cierta edad y echa la mirada hacia el pasado y el presente y sólo encuentra una vida llena de multitud de relaciones pero siempre desde dos únicas posiciones repetitivas y constantes en el juego de las relaciones siendo estas ó se ha sido Amantis Religiosa hembra ó Amantis Macho, (devorador o devorado), uno/a tiene la responsabilidad de pararse y negarse a continuar con esos comportamientosrepetitivos en las relaciones, porque puedo asegurar que se puede cambiar.

Llas enfermedades emocionales sólo se hacen crónicas, si persistimos y alimentamos constantemente los juegos que las potencian, es decir siempre somos ó verdugo ó victima y nunca ADULTOS. Cuando las relaciones son efermizas por carencias afectivas, el sexo desenfrenado y sin sentido solo hace que acrecentar la soledad y el dolor.

No hay enfermedad emocional irreversible, hay que perder y abandonar el miedo al dolor que se supuestamente genera el dejar de repetir esos comportameintos tipo ó patrón, porque después de ese aparente sufrimiento, aparece el descanso emocional, la posada del guerrero, si, esa que tanto tiempo llevamos buscando.

Tirar la toalla de la recuperación emocional, significa vender nuestra alma y nuestra dignidad por un puñado de caricias, Calos Jung, decìa: aquel individuo que a partir de los 40 años no se esfuerza por madurar o crecer emocionalmente, está condenado a la vida neurótica.

Con muchisimo afecto y hoy un beso especial para mi amiga Inma.

Jose Luis

16/3/2005

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