EL DESTINO DE ESTA LLUVIA

Empaparé tu piel y tu pensamiento,
caerán constantes y cálidas
las gotas de mi delirio en tu recuerdo.
Tu cuerpo rezumará mi olor
al templar las madrugadas de silencios
y cuando tu pensamiento se aquiete
oirás mi voz pronunciar tu nombre.

Te pensaré y me pensarás...

Con el acento de un destino recurrente,
encadenando incertidumbres de sueños,
rozando la piel de una ilusión preñada
de sabor a limón y miel,
mil veces ungida, mil veces alejada,
tu piel será la mía.

Te lloveré, me lloverás...

Las palabras quedarán para siempre prendidas
en la lejanía cercana de unas miradas,
y un día, como en un juego de naipes caerán al suelo.
Mi cuerpo alcanzarás a ver sin velos,
mil y una vez más, tantas,
como veces se abrazaron nuestros deseos
y se besaron nuestros labios en la distancia.

Me buscarás y te encontraré...

Almamia

4/5/2006