OS CUENTO...
Este foro lleva algo parado desde hace un tiempo. Yo no tengo la clave para que resurja airoso. No se le ve a la gente animada a escribir.
Os voy a hablar de otro grupo, o por lo menos en él los encasillo.
A llegado el momento de los introvertidos. Son dubitativos, y muchos de ellos, depresivos. Son esos tímidos del "querer y no poder"; los solitarios y taciturnos; los indecisos e inseguros. Aquéllos, a quienes les cuesta mucho expresar sus sensaciones. Suelen tener baja autoestima. Algunos con los que me he cruzado, andana dando rodeos para no ofender, para no molestar y, sobretodo, no excederse. Su característica principal: ser extremadamente prudentes y protocolarios.
Casi con seguridad, precisan de este medio para romper el hielo que les supone un encuentro cara a cara; pero, cuando les llega la valentía de decidirse y optan por estrechar el vínculo tras intensas jornadas de aporrear el teclado, se retrotraen por miedo al fracaso. Y eso que lo meditan largo y tendido; y aun afrontándolo con la poca valentía de que disponen. Desde luego es un trauma muy inmenso para ellos, y encima, la adversidad de que puedan superarlo es una barrera infranqueable.
Sus pensamientos van encaminados a que no van a ser aceptados por la otra persona. Por eso se ven siempre solos y hundidos. Se lamentan de su mala fortuna, pero no ponen soluciones en dar ese paso adelante que los saque de su letargo. Yo me encontré a uno de éstos y se me agotó la paciencia: mi larga espera hizo mandar las expectativas al traste. Apareció, como no, otro más raudo y persuasivo; luego, como siempre, también me salió rana.
En definitiva: a los introvertidos se les pasa la paella mientras chupan caracoles. Lentos y ocultos en su caparazón, son una pena de hombres.
Turbación, de estilizada figura y la reina de la casa (eso dice mi madre). Un saludo, como siempre, a todos.
6/10/2006
http://foros.ya.com/SForums/$M=readthreadrep$TH=5106309$F=31311$ME=12018903$P=1
Os voy a hablar de otro grupo, o por lo menos en él los encasillo.
A llegado el momento de los introvertidos. Son dubitativos, y muchos de ellos, depresivos. Son esos tímidos del "querer y no poder"; los solitarios y taciturnos; los indecisos e inseguros. Aquéllos, a quienes les cuesta mucho expresar sus sensaciones. Suelen tener baja autoestima. Algunos con los que me he cruzado, andana dando rodeos para no ofender, para no molestar y, sobretodo, no excederse. Su característica principal: ser extremadamente prudentes y protocolarios.
Casi con seguridad, precisan de este medio para romper el hielo que les supone un encuentro cara a cara; pero, cuando les llega la valentía de decidirse y optan por estrechar el vínculo tras intensas jornadas de aporrear el teclado, se retrotraen por miedo al fracaso. Y eso que lo meditan largo y tendido; y aun afrontándolo con la poca valentía de que disponen. Desde luego es un trauma muy inmenso para ellos, y encima, la adversidad de que puedan superarlo es una barrera infranqueable.
Sus pensamientos van encaminados a que no van a ser aceptados por la otra persona. Por eso se ven siempre solos y hundidos. Se lamentan de su mala fortuna, pero no ponen soluciones en dar ese paso adelante que los saque de su letargo. Yo me encontré a uno de éstos y se me agotó la paciencia: mi larga espera hizo mandar las expectativas al traste. Apareció, como no, otro más raudo y persuasivo; luego, como siempre, también me salió rana.
En definitiva: a los introvertidos se les pasa la paella mientras chupan caracoles. Lentos y ocultos en su caparazón, son una pena de hombres.
Turbación, de estilizada figura y la reina de la casa (eso dice mi madre). Un saludo, como siempre, a todos.
6/10/2006
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