PARA UNA AMIGA
Parto aferrado a las luces de la aurora ajeno al dolor,
sin pecho donde albergarlo; vacío de latido y ya lejos,
mi corazón descansa aquietado y el sosiego me traduce
en diamantes azules y atemporal cristal blanco.
Estoy aún contigo, mudo testigo que sin voz colmado
acaricia tus entrañas sin gentío en tu soledad amada.
En el hueco de la estancia, tiendes tu mano
y yo la guardo un instante hincada en mi presencia,
y, así, un hondo suspiro alivia tu tristeza implacable,
que la ausencia de mi vida te traza vertida en firmamento.
Me siento a tu lado sonriendo en paz y consuelo,
y recojo lágrima a lágrima de tu rostro el sufrimiento
besando el trasluz de tu mirada anegada en rocío.
Ante tus ojos, que vuelven a ser torrente incontenible,
río atravesado en dolor partido en dos en su desgarro,
te abrazo henchido inseparablemente a tu lado
hasta que el sol imperecedero retorne a regir claro
arrancando tu pesadumbre conmovida por mis días.
Un fuerte y muy cálido abrazo. Te tengo presenteen el sentimiento M.M. Besos.
Trancos62
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