FUTÓN (EL REGRESO)
No estoy acostumbrado a dormir tanto, sobre todo en un pinche futón que cada vez que te levantas te pegas un rodillazo en la frente. Supongo que estoy molido por el relleno del futón verbenero: látex, pelo de camello, lana de borrego y seda... ¡la pucha! El látex me presionaba la entrepierna, el pelo camellero se encargó de jorobarme la espalda, el borrego todavía me bala en las orejas y la seda... bueno, la seda me enredó como a un capullo.
Acostumbrado como estoy a un jergón de ácaros con plumas de gallináceo, eché de menos los picores y los cañamones apestosos (aviarios), ya se sabe que los adustos somos reticentes a los cambios y contrarios a las novedades. También estoy acostumbrado a una cama con patas, eso de dormir a ras de suelo como en un establo lo asocio con tiendas y acampadas, costumbre que abandoné hace años, tantos como hace que me vendí por un plato de hoteles y casas rurales. Sospecho que el somier no lo inventó un japonés.
Al tercer rodillazo me levanté a gatas, sólo faltaba el abrevadero para completar la escena. Y el forraje, o eso pensaba antes de enfrentarme a un desayuno yang; plato de arroz con algas, tallarines de mijo con algas, rollos de tempeh con algas, tofu con algas y algas con algas. Encima eran laminarias bretonas, nada de exótico kombu. Té bancha con sucedáneo lácteo a base de soja completaron un cuadro de lo más "saludable". Únicamente me faltaba vestir de lolita gótica, recitar un haiku con kigo primaveral, partirme el cráneo con un sudoku, corregir mi postura con un sotai y colorear un fractal japonés, con un ikebana de centro de mesa. Pensaba desquitarme, con saña y fruición, y a ser posible con una hembra.
Era un entorno lacustre, alto y frío, donde todo el mundo parecía tener razón pero había muy pocos razonables. Frente a ese orientalismo fundamentalista, intenté negociar con asados de cordero, chuletones, judías con chorizo y potajes rotundos. Sugerí no dejar lo japonés a base de anime porno y manga guarro. También propuse una variante de sexo tántrico: a cámara rápida y sin tener que doblar hasta los huesos de las orejas. Al mirar las paredes de papel pensé en los ruidos amatorios, el lago estaba frío de cojones y en el jardín japonés de alrededor el árbol más alto no pasaba de bonsai vitaminado. Entonces me reclamó el embrutecido instinto occidental y recordé que había una pensión no muy lejos. Joder, si el pico nevado que se veía no era el Fujiyama sino el Aneto.
Saludos
Same
A pesar de que esto lo escribí hace tiempo, el último fin de semana he vuelto a vivir una experiencia similar de la que no pude (¿supe?) escaquearme. Mientras muelo a patadas de kárate a mis anfitriones, una de Pink Martini para ustedes...
http://www.telefonica.net/web2/arpar/Musica/Pink_Martini-Sympathique.mp3
25/1/2008
http://foros.ya.com/SForums/$M=readthreadrep$TH=6414905$F=31311$ME=14275208
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