Blogia
_____El blog de los Cuarentones

¿DÓNDE ESTÁN LOS MOLINOS?

¿DÓNDE ESTÁN LOS MOLINOS?

  

Sé, mi queridos compañero de foro de cuarentones, que mi comportamiento en éste, ha sido de una corta trayectoria que podríamos calificarla cuanto menos de prepotente y soberbia. ¡Sin embargo que lejos de mi se hallan estos pecados! ¡Sí, queridos colegas! Aunque os parezca mentira, soy una persona sin instintos ni premeditaciones retorcidas ni torticeras (¡Ojo! no de tortilla); soy simplemente un soberbio virtual, dejado de la mano de su imaginación ante un espejo que refleja al villano, rufián, don Juan, galán, justiciero y “desfacedor” de entuertos que quisiera ser en la vida real.

Sin duda, todos tenemos dentro de nuestras ilusiones a ese “héroe” capaz de proporcionarnos las más excitantes aventuras, casi siempre en defensa de la justicia y de la razón; ser el paladín de las causas más nobles y el eterno enamorado de la princesa de ojos azules que suspira por el amor imposible de su vasallo... pero que al final, triste y perdido acaba sus días en un serrallo.

¿Por qué uno no puede encontrar en un foro la felicidad? ¿Si la enorme oportunidad nos da de poderla encontrar? ¡Luchar!, ¡morir! ¡matar! ¡amar! ¡ilusionar! ¡Que más da....! El caso es hacer real la virtualidad. ¡Hacer real una realidad! ¡Que tremenda barbaridad! Para eso yo no me meto en un chat. ¡Ca!

Sé, que esto es una locura, difícil de comprender por aquellos que hacen de los foros una continuidad de su realidad. O para aquellos que no saben echar su imaginación a volar. ¡Que oportunidad aquí poder realizar, lo que te imposibilita tu dignidad! No la dejéis escapar.

Al final te das cuenta que hieres, que maltratas, que tus escrituras resultan o no gratas al personal. ¡Pero coño, que un servidor no desea a nadie ningún mal! Que no se trata de a nadie soliviantar, que de lo que se trata es de que todos podamos a nuestra forma disfrutar... ¿Y como podemos calibrar el goce de los demás? ¿Chi lo sa?

A don Alonso Quijano, se le fue "la olla", y se le fue la mano, y para siempre quedó inmortalizado como caballero, no como “fulano”. A pesar de que sus andanzas con la realidad nada que ver tuvieron. Por eso os pido compañeros que veáis en mi un Quijote que por este foro danza, derribando los molinos que me levanta el Sr. Watson, o los “manteos” que me da Marea, y si ser un Quijote es muy presuntuoso, ver en mi a un Sancho Panza.

Y como a un caballero, no le puede faltar su señora que rece sus oraciones en sus locuras y desvelos, y yo señora nunca tuve... sé tú mi Dulcinea y no cambies de tercio: MILA. 
 

    

Castelar- 

   

17/10/2003 

   

0 comentarios