Blogia
_____El blog de los Cuarentones

EL CANTO DE LA CHICHARRA

EL CANTO DE LA CHICHARRA

En el mundo de los insectos es propio que los colores, los olores, y especialmente los sonidos, se utilicen para encontrar pareja. Este es un hecho especialmente relevante si se tiene en cuenta que la vida de estos complejos "animalitos articulados" es relativamente corta y que en ocasiones escasean los candidatos.

Todos están perfeccionados para evocar el deseo y una fuerte atracción sexual en sus particulares llamadas de apareamiento, pero mientras que algunos, como las mariposas, aletean para dispersar en el aire sus feromonas, otros coleópteros, como la chicharra hetaria, hace de su cuerpo toda una caja de resonancia para dejarse oír a muchos... muchos kilómetros de distancia.

 
Una especie rara donde las haya es el grillito de la enea, pequeño y débil por naturaleza, sus patas apenas pueden sostener una portentosa carcasa dotada de imponentes atributos. A pesar de ello este crápula rapsoda asombra, pasma, turba y desconcierta cuando de tarde en tarde se deja escuchar en monocorde ulular que se revela a distancia para provocar asimiladas respuestas conductuales.

A pesar de estas llamadas de apareamiento, suele ocurrir que cuando se encuentran dos insectos foreros de la misma especie, sexualmente maduros, es frecuente que ambos adopten una posición amenazante aparente, se observen, ensayen movimientos e intercambien posiciones, pero en el fondo no tienen otra pretensión que la del cortejo.

 
El calor arrecia y en la noche forera se empieza a escuchar el canto de mi querida chicharra, no obstante, el grillo de la Enea calla con la noche y canta con el día. Sencillamente, hoy el grillito es dios.
  

 -Eneas-  

4/6/2005

0 comentarios