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_____El blog de los Cuarentones

A LA CARTA, MI AMOR...

A LA CARTA, MI AMOR...

   

...al roce de tu mejilla en mi cara, ven... déjame enredar mis dedos en tu barba, mirarme en tus ojos, así... con esa dulce calma, quiero volver a leer en ellos toda esa ternura que al mirarme se te derrama del alma.
   

Tu risa, las preguntas que me haces con doble intención, esa forma ávida de querer saber de mi todo cuanto crees que puedo silenciar, ese rubor de tus mejillas de niño grande cuando te sorprendo deliberadamente con algún comentario.
  

Me gusta tu silencio respetuoso pero tu mano cercana cuando intuyes que un pensamiento me entristece, me gusta escuchar tus palabras, las serias y reflexivas, las alegres, las apasionadas...
  

Y esa expresión satisfecha al comprobar que el vino que has pedido en la cena es de mi agrado, ¿sabes?, tengo ganas de besarte cuando me vuelves a repetir siempre la misma frase al terminar la velada; esa forma tímida, expectante y casi temerosa de preguntarme si me lo he pasado bien.
   

Sé lo que estás pensando, no... claro que también hay cosas que no me gustan, al igual que yo las tendré a pesar de que me mires con esa adoración y estés siempre pendiente de aliviar mis penas y de acompañar mis alegrías.
   

No me gusta que al encontrarnos no me beses aunque lo estés deseando, porque se te nota en la mirada, esa forma de retener un abrazo al volver a vernos y esperar un largo rato de conversación mientras acercas repetidamente tu mano a mi hombro o a mi cintura y la detienes de inmediato queriendo controlarte para después de repente y en medio de una frase mía me sobresaltes estrechándome en tus brazos cómo si se te escapara el volcán de emociones retenidas.
    

No, no me gusta que reprimas tanto tus emociones, que necesites siempre ese volver a empezar cómo si en cada ocasión tuvieras que conquistarme de nuevo. Pero hay algo que me gusta menos, aunque comprendo que en realidad tú eres lo que yo siempre he deseado no puedo dejar de pensar en algunas ocasiones en nuestra diferencia de edad.
   

Si solo tuvieras tres años menos que yo tal vez no me acordaría nunca del tema, pero eso de acabar descubriendo después de los cuatro años que llevamos saliendo que tienes diez años menos es una pasada... Aun no acabo de entender si la naturaleza ha sido generosa conmigo o malvada contigo, pero el problema será cuando decida no hacernos el favor a ninguno de los dos o a uno solo.

¿Por qué me engañaste adorable malvado??.

Bueno... este mensaje escrito a un hombre siempre es posible que sea parte de mi realidad o solo sea una forma de entretenerme ante el teclado porque simplemente hoy me apetece caldo de pollo con avellanas pero también es posible que se trate de una declaración de intenciones o un ruego a la sala.

En este mundo virtual nunca se sabe, eso es lo que nos da juego a algunos -siento confesarlo tan abiertamente-, saber con preclara precisión que algunos dudaran, otros creerán a pies puntillas cada frase y los de más allá sonreirán sin hacerse cábalas inútiles e innecesarias.

   

Si... ya sé que también hay otros que ante la duda se acordarán de mi estirpe genealógica, pero eso lejos de preocuparme es solo otra pieza más en el tablero, conviene moverlas todas para resistirse a caer en los monotemas habituales.

Se me olvidaba el final del mensaje:
 
SI CONOCEÍS UN HOMBRE ASÍ QUE NO SE OS OLVIDE PRESENTARMELO
 
Invítamedenoche a lo que tu quieras, amor.
 

    

Invitamedenoche

11/03/2005

   

 

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