EMPEZANDO DESDE ARRIBA Y DESDE DENTRO

¿Ustedes se han preguntado alguna vez como es posible llegar a sentir enorme afecto y otras cosas más peligrosas por personas de las que no se conocen más que sus letras?.

A falta de fachada, las ventanas de unos ojos y unos labios de graciosas piruetas, nosotros recibimos el mensaje acumulado día tras día de un pensamiento, llegamos a querer en un principio a las personas por su mente, la que traslada una forma de ser y expresarse, la que trasluce unos sentimientos, unas actitudes, una forma de ser en definitiva.
Todo lo que no podemos gesticular, toda la expresión de nuestras manos y rostro acaba siendo expresado por la escritura, porque el hombre es un ser capaz de adaptarse a diferentes medios y de adecuar sus capacidades de expresión a ellos. Estoy convencida que aun las personas con dificultades para expresarse mediante la escritura, acaba con el tiempo desarrollando mucho esa faceta, le es indispensable para sustituir la gesticulación, la mirada, la voz y su entonación. Y eso sin tener en cuenta que con el tiempo también conseguimos corregir las faltas de ortografía algo más al igual que nuestro léxico se vuelve más rico.

Eso nos acerca en las afinidades o nos aleja en las diferencias y entonces, poco a poco, nace el sentimiento de amistad, antipatía, simpatía o incluso amor. Si, ya sabemos que al faltarnos el apoyo del contacto cercano podemos dejarnos llevar por la inevitable, en ocasiones, idealización. y que ambos, lo captado de forma fidedigna e idealización pueden mezclarse en un compacto que nos aleje de la realidad de esa afinidad intuida. Pero no necesariamente tiene que ser así siempre, supongo que ustedes al igual que yo lo han podido comprobar en algún caso.

Lo cierto es que todas letras que navegan pertenecen a personas reales y que con el tiempo de roce, y por mucho que uno intentara trasmitir una idea muy alejada de su forma de ser, sentir y vivir, si la relación es extensa en el tiempo el balance acaba estabilizándose y haciéndonos comprender si nuestras primeras impresiones se ajustaron a la realidad o no.

Hay quien mantiene el freno para que la amistad u otro sentimiento más profundo no traspasen estos límites del lenguaje escrito y hay quién se arriesga a conocer la parte física de las otras personas.

Dudo mucho que después de un largo conocimiento, el tener a las otras personas a pocos centímetros de distancia varíe mucho los afectos conseguidos hasta ese momento. Creo que la razón está en que es la mente, su interior, lo que nos acercó a esa persona, en realidad lo más sublime y verídico de ella, incluso en parcelas que ni sus allegados conocen tanto. El virtual desgrana con facilidad en el tiempo aquello que ni así mismo se atreve a confesar. En contra de otras opiniones que he oído en ocasiones e incluso de la mía propia hace unos años, estoy convencida de que la virtualidad puede engañar en informaciones de ficha personal pero poco en forma de ser, y que una amistad desarrollada aquí durante años tiene más posibilidades de ser una auténtica amistad que otras gestadas desde otro medio de contacto.

El verlo así o el temerlo así es precisamente y no por temor a la desilusión lo que hace que algunas personas se resistan a sacar una relación amorosa del medio virtual. Y en el plano de amistad, cuento con varios amigos que con el tiempo convirtieron esas palabras mías de ahora en una teoría sólida.

Tengo la sospecha de que muchas veces se tiene una idea catastrofista de las posibilidades de éxito porque se han forjado expectativas muy exageradas o puntualmente obsesivas, yo a los afectos no les pongo meta, me limito a disfrutarlos día a día. Creo que en la virtualidad hay que ser muy realista., aunque exista una mala fama extendida que intenta alejar ambos medios, eso es imposible.

La noche invita a pensar que las dos realidades, al final, son una misma en nosotros.

Feliz velada

1/10/2005