FOROS
El sordo zumbido de una mosca anestesia los patios de la aldea. El sol mira de frente las paredes de las casas, enciende su fósforo amarillo y reseca el cauce de las calles, antes ríos cristalinos.
Hombres, mujeres, niños, imputan silencios en los balcones que dan a los patios de esta casa, se agrava el vacío y el aliento de este patio se vuelve sepulcral... y todos nos dormimos yacentes en el manto amarillo de un desierto de letras, sin bondad en las pupilas.
A veces me pregunto y no pregunto, si es cierto este paisaje o es quimera.
Buen día tengan todos ustedes
Jandalillo
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