ES EL TIEMPO DE RECOMPONER TU LIBERTAD
Siempre estamos diciendo adiós a alguien y eso, incluso cuando tú has elegido despedirte, es doloroso. Con el adiós, se nos marchan muchos momentos, momentos llenos de vida compartida, momentos que iremos recuperando a retazos, pero nunca con la visión que da recordarlos en común. Las risas de una tarde loca, los besos de una noche de pasión, las lágrimas de una emoción volcada, esa mano en la tuya paseando a la orilla del mar, ese mirar tu ternura en los ojos de él.
¿Por qué mudan los sentimientos?¿Por qué aquello que parecía un pasatiempo se convirtió en algo más?¿Por qué aquello que se transformó en esencial fué perdiendo la esencia?¿Por qué una mujer y un hombre no pueden gozar de una buena amistad?
Se empieza como un simple juego de seducción, un banal entretenimiento, un coqueteo gracioso, esa pose que adoptamos para interesar y donde enseñamos lo mas atractivo de nosotros. Queremos ser honrados y advertimos: nada de enamoramiento, nada de sentimiento, nada de compromisos, sólo momentos de dicha y placer.
Pasa un día y otro, hoy, una llamada; mañana, quedamos a desayunar, a la semana que viene, comemos juntos; un día, después de una cena regada de buen vino, nos vamos a bailar. Hay luna llena, el paseo hasta casa invita a soñar y... la noche da mucho más de si.
Y a partir de aquí, empieza eso tan delicado de manejar y tan difícil de controlar, una relación pactada: sin compromisos, sin sentimientos, sin enamoramientos. Una relación en la que dos personas se mueven a distintos ritmos.
El paso del tiempo agrava las diferencias, los ritmos, los intereses. Y un día te encuentras dando explicaciones de tus actos, de tus ausencias, de tus presencias, de todo. El NO compromiso, el No sentimiento, el NO enamoramiento ha funcionado en ti, pero no en la otra persona.
Es el tiempo del adiós, es el tiempo de recomponer tu auténtica libertad, esa libertad que ha estado secuestrada sin secuestrador, sin maltrato, sin dolor.
Un cordial saludo
__Nora__
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