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_____El blog de los Cuarentones

MATICES

MATICES

Leer es para mi un hecho muy placentero y por fortuna cotidiano. Pero estoy lejos de ser un ratón de biblioteca, también me gusta disfrutar de otros placeres. Uno de ellos es el conjugar paseos con charlas con desconocidos.

Si uno se para a mirarlo, algo similar a esos paseos que yo describo sucede a diario por este medio. En el chat la inmediatez se confunde con la prisa y apenas si sentimos un leve céfiro que pasó silbando, en el foro a cambio la sensación es diferente, se parece mucho más a los paseos por mi tierra en este tiempo. De repente, entre la niebla aparece un caminante con quien trato de trabar conversación, escucho lo que tenga que decir, comentamos, discutimos y a la siguiente revuelta del camino, cada cual sigue por su camino quedándose la niebla, el frío por única compañía. Pero si la charla ha sido agradable (y suele serlo) uno se acuerda de ella mucho tiempo (menuda lección sobre la historia de mi tierra me dieron tres ancianos caminantes el invierno pasado, un inglés, un irlandés y un alemán con los que aún me relaciono por correo electrónico).

Otras veces en los paseos uno se encuentra a seres de mirar furtivo y sonrisa esquiva, ni siquiera se molestan en devolver el saludo y siguen su camino con aire enfurecido como si el mundo les debiese algo a su genio incomprendido. Otras tan solo alguna huella, algún resto (no entiendo muy bien el placer que uno pueda encontrar en contribuir a la belleza de un paisaje dejando basura como marca). A veces.. con suerte... uno puede encontrar a uno de esos paseantes legendarios, de esos de los que a veces se oye hablar, ellos sonríen afables, detienen su paso un instante y te enseñan en un camino mil veces hollado nuevas vistas, nuevos lugares. Me ha tocado ver gente que se sienta a esperar en el lugar por donde antes... en alguna ocasión esos caminantes acertaron a pasar. Pero esos caminantes.. pasean a su albedrío, saben encontrar belleza donde otros solo encuentran tedio, unas veces vuelven, otras no, pero no se han ido, pueden volver y enseñarte un nuevo camino o bien... aprende a pasear, a disfrutar el camino y alguien dirá de tí.... "ahi va un paseante legendario".

Demasiados parecidos, ya no sé si hablo del camino, del foro, de la vida.., en el fondo todo es igual. Solo cuestión de matices, a veces tras una apariencia gris se esconden mil luces, a veces tras los perifollos solo queda el aire que silba entre los árboles. Pero, por suerte siempre quedan los paseos, la niebla y para los afortunados... el ruido del mar.

Yo he tropezado con muchos de esos caminantes legendarios, tengo el placer de conocer a varios de ellos y siempre... me gusta leerlos, aquí en mi bosque, entre las hayas y la niebla, allí en mi pantalla destacando al instante entre el gris entorno por el que solemos deambular.

Así que..., en resumen, leer es de alguna manera parecido a pasear, paseemos juntos, degustemos esos matices y tal vez, compartamos una tarde lluviosa, un paseo entre la niebla o una charla que no querremos olvidar.

Patxi


18/10/2004

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