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_____El blog de los Cuarentones

Erótico

MI SEXO ES SUYO

MI SEXO ES SUYO

Lo vivo con él de forma inquietante, justo lo que se necesita para hacerlo una aventura renovada cada día, Él es como un potro salvaje árabe, lujurioso y potente, tierno y rebeldemente esquivo.Es y no es, está y no está. Me sorprende continuamente, encendiendo y distanciando mis hogueras de forma insufriblemente castigadora, por eso vivo soñando en volver, comenzar y retornar a estar prisionera de sus piernas, de sus brazos, de sus ojos y de su boca voraz, por eso... le quiero tal como es...

Invitado

24/3/2004

PALABRA DE DIOS...

PALABRA DE DIOS...

Ya sabéis que para un servidor el centro del erotismo se encuentra en las bragas de la mujer; de hecho, no podría concebir ningún acto amoroso sin ellas ¡son tantas las cosas que me sugiere! que su ausencia no tendría sentido para mí.

Evidentemente no todas las bragas emiten las mismas emociones; es normal que haya bragas que se llevan en otros momentos y ajenas al amor, pero todas sabéis de sobra, que una mujer cuando va a amar repara sobre qué bragas ha de ponerse.

En la bajada de bragas, especialmente importante es la posición. Bajar unas bragas en posición de pie la señora, tiene varios inconvenientes: la perspectiva no es buena, ya que desde la posición que te encuentras no dominas todo el panorama, y la señora tiene que estar pendiente de su equilibrio, ya que tiene que mover las piernas para el desarrollo de la acción.

Es preferible la posición tumbada. Lo mas importante, es ese movimiento que hace la bella tumbada de aupar un poco el culo para facilitar la bajada, movimiento que por fuerza situa su monte de venus al lado de tus narices, presagio de próximos vendavales, es espeluznante.

Aunque desde luego, sea de pie o tumbada la señora, la bajada de la braga sigue siendo algo único, y es que el sexo de una mujer, es Dios encarnado en coño. Dios cuando creó el mundo, el hombre y la mujer, se dijo: "He acabado mi obra y quiero estar presente en ella por vida" No le cupo la menor duda, de que Ël es el coño, y en coño se convirtió.

"...y vuestra tierra fue abonada y sembrada con la semilla de la vida."

Castelar

26/9/2004

MECIDOS POR LA MÚSICA LA VIDA NOS REGALÓ LA NOCHE MÁS BELLA

MECIDOS POR LA MÚSICA LA VIDA NOS REGALÓ LA NOCHE MÁS BELLA

Con las primeras notas del saxo, en la oscuridad, tu mano comienza a deslizar la cremallera de mi vestido. Tu respiración se acompasa con el chasquido de los dientes. Luego el vestido de terciopelo negro resbala desde mis hombros, como el aceite, descubriendo mi piel a la luz azul que entra por la ventana. Tu mano atrapa con afán de posesión mi cintura, no sin suavidad . Acercas los labios a mi cuello, lentamente, hasta a penas acariciarlo, para dejar escapar junto a mi oído una bocanada de aliento, casi un susuro. Entonces mi espalda se crispa y mis pezones se alzan desafiando tal vez el sonido que sigue brotando de la radio.

 Me llevas al éxtasis contigo y por unos momentos creemos rozar el cielo. Para caer exhaustos, mi cuerpo sobre el tuyo, besándonos dulcemente y posando uno en los labios del otro un "te quiero". Permanecemos abrazados, yo acariciando tu pecho, tú peinando mi pelo. El ritmo del corazón normalizándose, la respiración adquiriendo su ritmo y te siento entrar en el sopor al que te va sumiendo el cansancio.

 Sé que debo reiniciar mi vuelo y la mujer vuelve a dejar paso a la mariposa. Suavemente con el roce de mis alas dejo en tu boca un beso y en el aire, al compás del rítmico aleteo, un "hasta pronto mi amor", otra vez la vida nos regaló la noche más bella.

Hoynosoybuena

2/3/2004

¿TE ACUERDAS, AMOR?

¿TE ACUERDAS, AMOR?

Una atracción mútua nos había ido acercando el uno al otro durante meses, luego vino una pasión desbordante e inquietante, no tuvimos paciencia para esperar a conocernos y acabamos haciendo sexo a distancia, mis orgasmos oyendo tu voz eran hasta ese momento los más intensos que yo había sentido.

Cuando oia tu voz ya me humedecia solo de recordar los anteriores momentos que habiamos compartido haciendo sexo a distancia y cuando te oia jadear me corria una y otra vez imaginándote.

Sabia cuando me deseabas, hablabamos de temas muy diversos y de repente bajabas el tono de tu voz, la volvias tierna y casi entrecortada, al principio no te decía nada y esperaba que tu iniciaras unas frases que nos aproximaran al tema del sexo, pero luego era yo quien acababa preguntándote, ¿me deseas?, si...respondias tú, con aquel tono que tanto me excitaba.

Pero nos faltaba culminar aquella pasión de forma real y física. Nuestro primer encuentro fue en una cafeteria, quedamos a tomar café despues de la comida.
Los dos estábamos nerviosos y aunque habiamo acordado que no hariamos sexo necesariamente y que aquel primer encuentro seria solo para acostumbrarnos a ver nuestros rostros y a asociarlos a la voz, los dos sabiamos en nuestro interior que acabariamos uno en los brazos del otro en una cama, que nuestra pasión a distancia se desbordaria para experimentar en nuestra piel todas aquellas fantasias eróticas que habiamos compartido por móvil.


Sentí verguenza cuando vi tu rostro sonriéndome, no pude evitar ruborizarme al pensar en las cosas que había compartido con aquel hombre que me abrazaba y me besaba como si fuera una antigua amiga.

Los primeros minutos, ya sentados en la mesa y frente a nuestros cafés, evitaba mirarte a los ojos y te hablaba atropelladamente del retraso que habia llevado el tren...de que la reserva del hotel no la habian realizado correctamente...de que hacia un dia de explendido Sol...

Fue entonces cuando pusistes tu mano sobre mi muslo en un gesto cariñoso para calmar aquel bombardeo de palabras que se atropellaban, entonces te miré a los ojos por primera vez y me sentí arrastrada hacia el fondo de esos ojos oscuros llenos de calidez, y los sentí hablar, vi cariño, pasión...y entonces comprendí que nos seguiamos gustando y deseando frente a frente.
Yo puse mi mano tambien sobre tu pierna y no se qué nos pasó...pero sin palabras supimos que ya no podriamos esperar ni un minuto más...

Tú deslizaste tu mano por debajo de mi falda, tus dedos apartaban hábilmente mi tanga...estás mojada...decias. Yo miré de reojo a los camareros para asegurarme de que nadie podia ver lo que pasaba debajo de nuestra mesa y mi mano buscó la cremallera de tu pantalón...
Nos corriamos al mismo tiempo, apenas unos minutos despues de empezar nuestras caricias, nos reimos mientras yo alcanzaba rápidamente una servilleta para pasartela por debajo del mantel.
Fue lo más tierno, desesperado, sorprendente y divertido que me ha pasado nunca.

Salimos a pasear ya relajados y riendonos de nuestro atrevimiento, fue cuando me abriste la puerta de tu coche cuando me besastes por primera vez, el beso más dulce, complice y apasionado que mis labios habian probado jamás.


Tucaricia

2/3/2004

¡PUES CLARO QUE HAY MORENAS!

¡PUES CLARO QUE HAY MORENAS!

   

Por mi lecho han pasado preciosas mujeres: rubias, morenas y pelirrojas, y alguna que otra -éstas sí me gustan- de melena plateada, sin la fachada que oculta el avance tecnológico de un tinte de hoy, algunos baratos y de escasa duración. Éstas, son auténticas y veteranas –así les llamo-, y merecen un capítulo aparte.

Hubo una morena (manchega, pequeñita y de grandes ojos), no hace mucho tiempo, que al sermón lastimero mío, oponía una voz dulce y clara, de ondulada obscenidad. Otras veces, le clavaba el metal frío de mi mirada, y ella, se enfrentaba con unos ojos desafiantes y brillantes. No me temía. La pregunta era si yo le cogería miedo, como a tantas otras...

Tras conocernos unos minutos, nuestra representación siguió su ritual de paradojas. La lucha dialéctica sobre al amor, el desenfreno de la pasión manifiesta y la perversión que acumulábamos, dejaron paso a los hechos concretos, motivo de nuestro encuentro.

Nada de caricias, nada de besos. Enseguida se tumbó sobre unos almohadones rellenos de plumas, se subió su falda plisada, se bajo sus caladas bragas y se abrió de piernas.
-El amor debe de ser coital. Hay que pasar de los rollos del calentamiento –gritaba martilleando los dientes.
-!Joder, qué frío es todo! -pensé mientras mi reducido pene no tomaba las dimensiones de una bandera en la cima del Himalaya.

Interpretábamos diálogos distintos llenos de despropósitos de rara brillantez. No tuve más remedio que tocarme solito para alzarme en armas. Me sentía gilipollas...¿o lo era...? -¿No estarás equivocada en las formas? -exclamé atónito-. ¿Siempre lo haces así?

-No, no lo estoy. Sólo quiero coito directo, sexo sin amor; es lo que me excita.

!Qué difícil se hacía esta situación! La cosa no iba, no. No había forma de que mi pene se llenara de sangre y lo viera alegre como en otras ocasiones. Al rato, ella se dio cuenta de mi gélido estado y como un volcán empezó a llamear. Debió de hacerlo para excitarme. Se desabrochó la blusa y se estrujaba los pechos con las manos crispadas. Rugía enfurecida, deseosa, ansiosa y los dientes le castañeaban, con un eco a lo lejos, que parecía más propio de un tablado flamenco. Se notaba que forzaba la situación. Sólo quería penetración la muy “puñetera”.

Dicho y hecho, sumiso y obediente, introduje una cuarta parte de mi, todavía, verga morcillona. Donde no hay, no se puede sacar...!ya me hubiera gustado a mí!. Pero cuidado, con sólo esa cuarta, la morena calentona halló la paz tras una tremenda explosión, relajó todos sus músculos y quedó, con tan poco, colmada, inmóvil y dormida.

Se veía brillar su bálsamo de lava en las caras interiores de sus muslos, cubriendo sus ingles de manera reluciente y aromática.

Ocurrió un ocho de diciembre, entre gasas y esparadrapos; entre tijeras y agujas estériles; entre pinzas y guantes de látex. Obtuvo su regalo: mi maltrecho y delirante falo. Sin hacer mucho ruido, marché dejándola sola en tal estado. Me salió la manchega una morena un poco rara. Tampoco me detuve en esta ocasión a edificar historias de amor.

La incertidumbre
23/11/2005

 

 

LA INCERTIDUMBRE, NO DEBÍA CONTARLO PERO...

LA INCERTIDUMBRE, NO DEBÍA CONTARLO PERO...

   

Esto está muerto y me he permitido asomar para contar algo que me pasó....

Transcurría el año 2005 y me encontraba en la era de mi pueblo. Era agosto y hacía un calor sofocante. Me apoyé a la sombra de una vieja caseta donde antiguamente se guardaba el rebaño de ovejas. A mi lado, un botijo de agua esperaba ansioso a que mi sed apareciera de un momento a otro. Giré la cabeza y vi una sombra a punto de doblar la esquina. Lo hizo. Ante mis ojos se hallaba la reina del foro, por no decir la come pollas de esta cónclave de afines.

Era una consumada en el arte de la felación. Yo lo sabía, ella lo sabía, los dos lo sabíamos. Otras veces me había pegado unas mamadas de suprema calidad. Allí se encontraba, insinuante, atrevida, con su voz de algodón, harina y aguardiente. La muy jodida no demoró más su autoservicio. Sin quitarse su vestido campestre y con su actitud superior de aristocrática cotidianeidad, me tumbó de un empujón encima de un mullido césped; se colocó en decúbito ventral, me bajó mis pantalones, rasgó mis calzoncillos de media pierna y tomó entre sus manos el asta de mi enorme lanza.

-¿Sabes lo que es esto? -me preguntaba sarcástica mientras agitaba mi tulipán sonrosado-. Esto es filosofía fálica.

A continuación, aproximó su boca abierta sobre mi cúspide y la engulló como un pez se traga en anzuelo. Primero lentamente, muy despacio, empujando dulcemente su cabeza de arriba abajo, hasta hacer desaparecer todo mi miembro en la oquedad de su boca. Mi verga crecía poco a poco, empujada por la concentración de sangre en los conductos cavernosos. !Oh!, mi tumescencia se estrellaba una y mil veces contra la suave almohadilla de su lengua y el cielo de su paladar. Y aunque me sentía suavemente narcotizado por el placer confortable de su hermosa succión, sabía en todo momento dónde me encontraba y sobre todo, cuándo mis entrañas evocarían al río desbordado.

Sí, así fue. Poco a poco se intensificó el ritmo de su percusión bucal. Mi largo periscopio, llegaba cada vez más hasta el fondo de su cáliz. Ella, la felatriz consumada, hacía esfuerzos por devorarme totalmente, en una exhibición de garganta profunda a la que yo tenía que hacer honor con la altura y longitud en alza de toda mi bandera. Me propuse una meta: "Llegar hasta el fondo de aquella profundidad, donde nacía su voz opaca, de algodón, harina y aguardiente; una voz que me hipnotizaba y, sobre todo, me incitaba y excitaba".

Tuve que sentir la punta de mi dardo tocar lo más hondo de sus cuerdas vocales, para que se produjera el más estruendoso estallido de lluvia seminal, que mojó su boca, tráquea, esófago y estómago. Sí, así fue. Terminó de succionar durante unos segundos más hasta que, tras engullir la última gota, caer un servidor rendido y sumido en un profundo sueño.

Cuando desperté, tenía la boca reseca. Me subí los calzoncillos y los pantalones. Cogí mi botijo, lo alce al aire y dejé caer en mi boca un chorro de agua fresca.

La incertidumbre, algo calentito. Me voy a dormir. Hasta la próxima
24/5/2006


RE:  La sombra ardiente se cernía sin gran incertidumbre sobre él.

Verlo sudoroso y buscando la sombra entre la caseta y la vieja higuera me provocó un deseo inesperado que de alguna manera tenia que solucionar. Cuándo hace ese calor sofocante es cierto que te encuentras algo decaído pero también el verano tiene tendencia a calentarnos la entrepierna con más frecuencia, ¿quién no se ha masturbado con verdadero deleite en las siestas de verano mientras en runrún del ventilador te trae a intervalos el cosquilleo de su brisa sobre tus muslos desnudos?.

Tenia cara de derrotado por haber subido a la era a aquella hora tan imprudente y sin protección en la cabeza pero había sido yo quien previsoramente colocó el botijo de agua fresca junto a la puerta desvencijada de la caseta medio en ruinas, quería sorprenderle ante tamaño hallazgo extraño. Yo creo que iba camino de una insolación porque miró el botijo como si fuera normal que en un paraje solitario un duende hubiera previsto su desmayo. Los calentamientos en la testa producen efectos sorprendentes.

Como creía estar solo se abrió la bragueta y se sacó la minga algo flácida para mear a sus anchas sobre la pared llena de graffitis, el chorro caía directamente sobre una frase de letra algo cateta que decía "Ramona me la moja", aquello de "mojar" y la considerable longitud de su herramienta de peinar me puso nerviosa.

Yo permanecía oculta detrás de matorral y al sorprenderlo en ese acto tan poco lúdico ya no sabía si presentarme o retirarme discretamente pero terminó de vaciarse cuidando bien de regar a la Ramona en letras rojas y siguió tocándosela no sé porqué razón.

Y allí estirado junto al botijo se la estaba poniendo morcillona el tío, ¿era posible permanecer impasible viendo a un hombre tan bien dotado haciéndose una paja de forma indolente sin perturbarse la humedad de una?, pues no...sentía como me mojaba hasta las ingles y empecé a meterme la mano por debajo de las braguitas amparada por las espesas ramas de la zarza mientras miraba fijamente como aquella polla crecía y se enrojecía ante mis ojos.

Yo no tardé ni tres minutos en correrme pero él inexplicablemente se la volvió a guardar y miró al botijo con deseo, tal vez creyera tonto meneársela solo en medio del campo pero yo seguía con un calentón de miedo, así que me acerqué ya sin bragas y me arriesgué a lo que pudiera ocurrir, porque es bien cierto que el calor de Agosto por aquellas tierras hace perder en sentido de lo prudente.

Yo creo que debió creer que veía un espejismo porque no reaccionó, se la mamé con verdadera entrega. Deseaba tanto comérmela mientras miraba de reojo su cara de obnubilado que a más cara de tonto sorprendido más caliente me ponía yo y con más ímpetu succionaba, acariciaba con los dientes, lamía y tragaba aquel glande babeante ya, el sabor de sus secreciones previas tenia el dulzor ligeramente ácido que mis hormonas necesitan para dispararse sin recato. Dos grandes huevos rebosantes me invitaron de inmediato a chupar y lamer sin descanso de arriba abajo sin dejarme ni un trozo por engullir, babear, chupar, soltar y apretar...

Su cara era un poema de éxtasis y sus jadeos eran ya gritos estertóreos de varón más pa allá que pa aquí. Notaba sus embestidas cada vez con más fuerza dentro de mi boca y por un momento creí que me iba a ahogar, frené un poco aquel peligro para mi integridad sorprendiéndole de improviso; moje mi dedo con mi saliva y se lo pasé con suavidad alrededor del ano. Su cara sudorosa se volvió carmesí pero sus gemidos me indicaron que le gustaba, me lo indicaban tanto como la dilatación que percibía de aquel agujero virgen, se lo introduje lentamente con movimientos circulares mientras seguía mamándosela con suma entrega y placer.

No aguantó más, se me corrió dentro de la boca en medio de alaridos que jamás había oído en un hombre ni aun tan cachondo, y me tragué hasta la última gota del licor de aquel macho, a medida que soltaba el chorro potente yo tragaba con deleite. Cuidé muy bien de limpiar con mis labios cualquier gota desaprovechada. No hay sabor más especial y estimulante que el que un hombre te entrega desde sus entrañas cuando la pasión lo vuelve loco.

Se me quedó dormido pero no me fui hasta que no me masturbé otra vez restregándome con lujuria sobre aquella bandera derrotada. Antes de irme eché yo un trago del botijo para reponer las fuerzas perdidas. Con suerte se creerá que lo ha soñado, es de esos hombres que nunca están seguros de nada, la incertidumbre se lo come, por una vez que se lo comiera una hembra sedienta hasta la última gota!.

No quiero sentirme culpable pero en ocasiones cuando recuerdo aquel episodio no puedo por menos de pensar si violé a un pobre veraneante en busca de recuerdos de la infancia en su pueblo, pero no consigo estar arrepentida.

Tucaricia

Pd. bien servida, bien agradecida.
 

25/5/2006

ARDORES EN LA ENTREPIERNA

ARDORES EN LA ENTREPIERNA

   

Cuando llevas una semana de abstención carnal, empiezas a sobrevivir a base de sucedáneos e imaginaciones. En ellas, contrariamente a lo que se dice, no creo que los chocolates sean los elementos más recurridos, salvo para las monjitas mojigatas, que juegan al amor puro y a la procreación como único fin del goce del propio cuerpo.

Hay objetos, como los mangos de la ducha que suplen dichas carencias, sin mayor complicación. Lo utilizan las más clásicas, las vergonzosas y las más tímidas consigo mismas, en esas cesiones a la tentación, tras dejarse llevar por los pensamientos impúdicos y haberse acariciado inocentemente con la mano enjabonada para quitarse el olor de humedades pasadas. Como decía, este es el método tradicional más recurrido. No tiene los tintes de vicio que pueden tener los dedos y hace el mismo efecto, si no, mejor.

Para las más sofisticadas y previsoras, siempre hay otros recursos más atrevidos de la familia de los consoladores. La verdad es que quien lo bautizó, tenía la mala leche en tarros concentrados. Dicen que el vibrador a púas a tres velocidades, es el más solicitado últimamente, dada su efectividad en cuanto a rapidez y capacidad de excitar, llegando a grados de 10, en la mayoría de los casos. A la zaga, según encuesta publicada en varios diarios especializados, van el gusanito azul travieso, el consolador púrpura gelatinoso de diferentes medidas y las bolas chinas. Todos en sus versiones de manual y a pilas, menos las bolas, que suelen ser más utilizadas para realizar experimentos por detrás, ya que dicen, es mucho más fácil de tocar ese punto G de los machos arrepentidos.

Por supuesto, a ciertas edades, debe ir acompañada de un buen lubricante con PH neutro para que no tenga efectos especiales. El primer aparato referido, además de la pila, contiene un pequeño compartimiento expendedor de vaselina.

Para las más naturales, se dispone de la caricia dactilar, recurso siempre a mano, salvo las que se hayan dejado las uñas muy largas. Pero éstas, siempre pueden recurrir a su yorkshire, ese chucho coqueto y juguetón.

Ahora están haciendo furor unas colonias con composiciones químicas iguales a las feromornas que despiertan la lívido de las damas. Para ponerse a punto, se trata de comprarse un frasco, una prenda masculina, rociarlo de esta colonia, imaginarse dentro de la prenda tu objeto sexual de carne y hueso, y: ¡voila!, tu órgano vomeronasal lo capta de inmediato y se pone a trabajar todo tu cuerpo.

Lo de ellos es mucho más aburrido y no necesita comentarios. Ni imaginación.

Que tengan una afectiva semana y les llenen de calor. Si no, ya saben, ustedes mismas.

Oscar_Lois
18/12/2005

 

 

COMO DIOS ME DIO A ENTENDER

COMO DIOS ME DIO A ENTENDER

   

También tengo una amiga que me ha contado que...

Que su primera vez fue con un chico muy guaperas, tenia unos preciosos ojos negros que echaban fuego y un cuerpazo divino. Ella era muy jovencita, él tenia años suficientes para tener experiencia pero lo cierto es que nunca había estado con una mujer. En realidad compartieron tienda de campaña porque eran los únicos de aquella acampada que estaban sueltos, eso lo habían pasado ellos antes con otras personas pero jamás se había dado el hecho de compartir algo más que la tienda de campaña.

Hacia frío, habían acampado demasiado cerca del mar y ella empezó a temblar y a decir que el saco no le servia de nada, que iba a sacar un jersey de la mochila. Él le dijo que la abrazaría para que le pasara el frío, pero con los dos sacos era muy difícil aquello. Él le propuso estirarse los dos encima de uno abierto y taparse con el otro...La abrazo muy fuerte frotándole los brazos, ella se le acurrucó y entonces notó algo duro y enorme que se clavaba en sus muslos...ella se sintió como muy rara...!aquello era demasiado, nunca había sentido una cosa así tan cerca!. Intentó hacer ver que no se daba cuenta y se separó un poquito, pero él insistía que para el frío lo mejor era apretarse....

Entonces fue cuando la beso, la verdad es que no tenía mucha práctica ni en los besos tampoco (no creáis que a los cuarenta saben muchos besar bien tampoco... así que...). A los pocos minutos él intentaba bajarle las bragas a ella en un arranque ya imparable de pasión y se las hizo trozos... ¡Joderrr, dijo él, qué bruto soy!!!, no te preocupes dijo ella en un suspiro, son de papel, las uso para los viajes. ¿¿De papel???, la ostiaaa cuando lo cuente en mi pueblo... había oído hablar de las de esparto, pero de papel...

Creo que esas fueron las únicas palabras que se dijeron, excepto algo así como una disculpa... No sé si acierto bien el lugar... es que es la primera vez... Y ella algo como... tu prueba... ya veremos...

Creo que salió de miedo de bien y que repitieron al cabo de un rato. Al terminar él le dijo; ¿Lo he hecho bien nena?, !Y yo cómo voy a saberlo!!!, ¿podemos repetir una tercera vez???, le contestó ella.

A la mañana siguiente salieron de la tienda con cara de felicidad y llenos de arañazos. Lo primero que dijo él al sentarse a desayunar con los otros compañeros fue: ¿Sabíais que existen bragas de papel???, ella se quería morir de la vergüenza... Ese chico nunca fue demasiado discreto pero era una maravilla. Se casaron y fueron muy felices, con el tiempo fueron dominando la técnica amatoria, tenían algo en común, siempre estaban dispuestos, como fuera y donde fuera. Él le decía muchas veces riéndose: tu pide... que ésta siempre está preparada para ti. Y ella pedía.

O sea... que para mi amiga la primera vez fue como Dios les dio a entender, en aquella época no habían pelis pornos a menos que pasaras la frontera, ni revistas, ni na de naaa, todo de oídas y de imaginación.

¡Qué cositas me has hecho recordar!...

incombustible

12/10/2003 

   

A LA CARTA, MI AMOR...

A LA CARTA, MI AMOR...

   

...al roce de tu mejilla en mi cara, ven... déjame enredar mis dedos en tu barba, mirarme en tus ojos, así... con esa dulce calma, quiero volver a leer en ellos toda esa ternura que al mirarme se te derrama del alma.
   

Tu risa, las preguntas que me haces con doble intención, esa forma ávida de querer saber de mi todo cuanto crees que puedo silenciar, ese rubor de tus mejillas de niño grande cuando te sorprendo deliberadamente con algún comentario.
  

Me gusta tu silencio respetuoso pero tu mano cercana cuando intuyes que un pensamiento me entristece, me gusta escuchar tus palabras, las serias y reflexivas, las alegres, las apasionadas...
  

Y esa expresión satisfecha al comprobar que el vino que has pedido en la cena es de mi agrado, ¿sabes?, tengo ganas de besarte cuando me vuelves a repetir siempre la misma frase al terminar la velada; esa forma tímida, expectante y casi temerosa de preguntarme si me lo he pasado bien.
   

Sé lo que estás pensando, no... claro que también hay cosas que no me gustan, al igual que yo las tendré a pesar de que me mires con esa adoración y estés siempre pendiente de aliviar mis penas y de acompañar mis alegrías.
   

No me gusta que al encontrarnos no me beses aunque lo estés deseando, porque se te nota en la mirada, esa forma de retener un abrazo al volver a vernos y esperar un largo rato de conversación mientras acercas repetidamente tu mano a mi hombro o a mi cintura y la detienes de inmediato queriendo controlarte para después de repente y en medio de una frase mía me sobresaltes estrechándome en tus brazos cómo si se te escapara el volcán de emociones retenidas.
    

No, no me gusta que reprimas tanto tus emociones, que necesites siempre ese volver a empezar cómo si en cada ocasión tuvieras que conquistarme de nuevo. Pero hay algo que me gusta menos, aunque comprendo que en realidad tú eres lo que yo siempre he deseado no puedo dejar de pensar en algunas ocasiones en nuestra diferencia de edad.
   

Si solo tuvieras tres años menos que yo tal vez no me acordaría nunca del tema, pero eso de acabar descubriendo después de los cuatro años que llevamos saliendo que tienes diez años menos es una pasada... Aun no acabo de entender si la naturaleza ha sido generosa conmigo o malvada contigo, pero el problema será cuando decida no hacernos el favor a ninguno de los dos o a uno solo.

¿Por qué me engañaste adorable malvado??.

Bueno... este mensaje escrito a un hombre siempre es posible que sea parte de mi realidad o solo sea una forma de entretenerme ante el teclado porque simplemente hoy me apetece caldo de pollo con avellanas pero también es posible que se trate de una declaración de intenciones o un ruego a la sala.

En este mundo virtual nunca se sabe, eso es lo que nos da juego a algunos -siento confesarlo tan abiertamente-, saber con preclara precisión que algunos dudaran, otros creerán a pies puntillas cada frase y los de más allá sonreirán sin hacerse cábalas inútiles e innecesarias.

   

Si... ya sé que también hay otros que ante la duda se acordarán de mi estirpe genealógica, pero eso lejos de preocuparme es solo otra pieza más en el tablero, conviene moverlas todas para resistirse a caer en los monotemas habituales.

Se me olvidaba el final del mensaje:
 
SI CONOCEÍS UN HOMBRE ASÍ QUE NO SE OS OLVIDE PRESENTARMELO
 
Invítamedenoche a lo que tu quieras, amor.
 

    

Invitamedenoche

11/03/2005

   

 

HOY HAS VUELTO A ENAMORARME

HOY HAS VUELTO A ENAMORARME

  

Hoy he tenido un ramalazo de esos humeantes y calientes que tú tan bien me conoces y he recordado aquella tarde en la que centenares de personas se concentraban en las puertas de las Ventas para ver entrar la cuadrilla del último de los Belmonte, el Sol, las moscas, los abanicos y los claveles humeaban la siesta de Agosto, las ropas se pegaban a los cuerpo y los periodistas como siempre impidiendo tocarle el paquete al torero en un descuido deseado.

Tú, que me conoces ya demasiado, sabias que esos eventos de feria y burladero me ponen la fiebre por las orejas y te pasaste la tarde buscándome entre la muchedumbre de peinetas y colorines desde la Pza. Mayor hasta la calle de Bienvenida. Allí estaba yo, apretada contra el cordón policial, fascinada y casi en trance por el calor y el olor a sudor de tanta humanidad pegada y empujándose para entrar al mismo tiempo que los toreros.

En un momento determinado me di cuenta de que alguien se apretaba contra mi por detrás con mucha más fogosidad de lo normal, y como me gusta mezclar emociones morbosas, en mi excitación por la contemplación de ese torero que marca como ninguno y esa sensación de ser presionada de aquella forma, tenia el cuerpo más enfebrecido por momentos.

Llevaba un vestido blanco de algodón muy fino, en parte por el calor de aquellos días y en parte porque me gusta lucirlo especialmente porque deja transparentar el color de la ropa interior y tú sabes que a las mujeres nos gusta jugar a provocar.

Dos manos rodearon mi cintura y sentí con toda evidencia el cuerpo de un hombre pegado a mí, esa conocida forma dura y prepotente pegada a mi culo me hizo contener la respiración, pero mis ojos seguían fijos en la figura de mi torero que ya hacía la entrada en la plaza mientras mis sentidos se dejaban seducir por las manos que ahora avanzaban hacia mis pechos apresándolos.

Estaba aturdida por mis emociones contradictorias pero no me moví ni quise volver la cara, Mis labios temblaban mientras sentía que me deslizaban la cremallera del vestido hacia abajo y tuve que reprimir un gemido cuando noté como una caliente y húmeda polla se introducía a través de la abertura.

La gente vitoreaba mientras yo sentía avanzar aquel enorme falo cada vez un poco más hacia dentro, unos dedos apartaron con delicadeza mis bragas sobre una de mis nalgas.

Es indescriptible la sensación que produce sentir que en medio de tanta gente ajena a lo que te está ocurriendo, una pueda sentir que la van a follar de un momento a otro. Yo no podía estar más mojada y estaba por gritarle a ese hombre que acabara de metérmela entera, que siguiera acariciándome los pezones de aquella forma tan excitante, que quería correrme en medio de toda aquella gente, y fue en una de esas embestidas que me dabas cuando te reconocí, cambiaste la forma de acariciarme, nadie me tocó nunca las tetas de forma tan sublime y entonces pronuncié tu nombre y tú quisiste soltar una carcajada que quedó ahogada por tu propia excitación cuando inesperadamente te derramaste de forma casi brutal dentro de mi y yo te seguí...

No llegué a ver aquella corrida, con la nuestra tuve bastante, nos alejamos cogidos de la mano y riéndonos, yo sintiendo correr el semen caliente y viscoso a lo largo de mis piernas y tú abrochándote precipitadamente la bragueta.

El chocolate con churros que nos tomamos en la Venta La Tomasa me supo a gloria aquella tarde de nuestro reencuentro.

Siempre serás mi mejor sueño de hombre, mi macho, mi príncipe, el embajador de mis más inquietantes instintos.

Y te quiero como el primer día.

Tucaricia

17-10-2004

  

LAS MUJERES DE MI VIDA

LAS MUJERES DE MI VIDA

Me casé tan enamorado de Rosa a los 25 años que todo el mundo se eclipsó ante ella. Era mi universo, mi cosmos, nada era comparable con Rosa... pero...

...¡aquella flor encarnada por el que mis sentidos perdieron toda su perspectiva, se tornó en una hiriente rosa que en el corazón me clavó todas sus espinas! Me puso un ultimátum: o nos íbamos a vivir a un chalet en Puerta de Hierro y la compraba otro en Marbella para pasar los veranos, o me dejaba.

Lo terrible es que Rosa henchida de razón me hizo tal cantidad de reproches sobre mi comportamiento que no supe reaccionar ante tamaña injusticia. ¡Juro por Dios! que sólo vivía para ella. Después comprendí que para hacer feliz a una mujer como Rosa no es suficiente vivir sólo para ella, hay que vivir para sus caprichos.

¡Imposible! Hice números y lo que ella me pedía más los servicios que tal demanda requerían, me suponían unos gastos de cuatro a cinco millones de pesetas el mes.
Se lo hice saber con la esperanza de que lo comprendería y solo obtuve de ella, un terrible...
”Ah , tú sabrás lo que haces, pero tengo quién me ofrece eso y más”.

Ver en su rostro la dureza del pedernal y la veracidad de su amenaza que sólo pude derramar dos lágrimas que sin poderlo evitar se me deslizaron por mis lagrimales. Caí en tal espantosa depresión que sólo veía una salida a mi horrible crisis.¡Ay que ver como se puede perder esa profunda fe que crees tener y tus convicciones religiosas en un segundo! ¡Yo, al borde del suicidio por un amor que aun sabiendo del que no era merecedor de mí, no podía apartarlo de mis esperanzas! ¡Pobre de mí!

Mi empresa "El ABC del PC" que así se denominaba, me pidió que sin demora fuera a Santo Domingo para entablar relaciones comerciales con una compañía nacional que se iba a establecer en la República Dominicana. Pensé que era la situación ideal para llevar a cabo mi proyecto de suicidio. Quedaría bien con mi empresa y después de solucionar mis cometidos me suicidaría. ¡Que mejor que en El Caribe! Lejos de todo lo que me angustiaba; una simple nota a la empresa y al juez y ¡hala! para el otro barrio.
 Decidí instalarme en el hotel Marien Coral by Hilton de Puerto Plata localidad paradisíaca de Playa Dorada. Estaba absorto conmigo mismo cuando sentí que llamaban a la puerta de mi habitación.
- Siii?
- Hola señor. Soy la camarera y le traigo lo que ha pedido al bar.
(Ya ni me acordaba)
-Pase, pase, por favor.

¡Coño! ¡Que pedazo de tía! ...1.75 de estatura. Aquellos pechos no eran normales... ninguna mujer tiene el pecho perfecto. ¡Juro que esta sí los tenía! La hermosura de su rostro era tal, que era casi imposible poder apartar la vista de aquella boca, ojos y cabellos. Eran como imanes que irremisiblemente te atraían... Lo que soy incapaz de describir son sus caderas, tafanario y muslos; ¡irrealizable! Me pierdo entre ellos. De repente una luz misteriosa se encendió en mis tegumentos! ¿Y por qué no "me suicido" entre los muslos de esta hembra?
Elsa es el nombre de mi camarera. Me hizo el amor en una dimensión desconocida para mi. Con Rosa nos limitábamos a la postura del misionero y ¡pare usted de contar! Con Elsa descubrí que el amor va mucho más allá de las fronteras que yo lo limitaba; que el amor de una mujer como ella es cósmico, galáctico, astronómico... extraterrestre.

Después de una felación que extrajo de mi cuerpo todas las vitaminas que lo sustenta, y de mi alma todas los espíritus que la atormentaban, mirándome a los ojos con una expresión que me transportaba y que semejaba a la virgen más pura en su candidez, me dijo:
-Arturo, Sería para ti una esclava, tu cautiva, tu prisionera... si me llevaras contigo a España, sería tu sierva.
La puse dos dedos en su boca para que callara.
- ¡Por favor Elsa! Que no soy ningún tirano.
- Además... -dijo muy dubitativa y temerosa? Si también pudieras llevar contigo a mis primas Sara y Vera te adoraríamos como al dios Oaxaca y Teojomulgo.
¡La madre que me parió! Cuando Elsa me presentó a sus primas se me cayeron al suelo todos los palos del sombrajo.

Hoy soy el hombre más feliz del mundo. La empresa me ha doblado el sueldo y me ha nombrado director comercial. Elsa, Sara y Vera viven en mi piso de la Castellana de 200 m2, cada una en su habitación. Mi casa no es una casa, es el paradigma de lo bello, lo celeste, la limpieza y la organización.

Las tres besan por donde yo piso. Mando a sus respectivas familias de Santo Domingo 500 euros/mes a cada una, y a ellas les doy 250 euros por chichi al mes para sus gastillos.
Sólo les he pedido un favor: que me dejen respirar un poco, que no las puedo follar a las tres todos los días. Son tan comprensivas las pobres y me tienen tan sobrealimentado que hasta estoy engordando unos kilitos.

Lo dicho, soy el hombre más feliz del mundo.
 

Fauno 

15/6/2006

RELATOS DE CAMA

RELATOS DE CAMA

   

Era un ninfómana tan mórbida y tan viciosa que no encontraba el placer con "ninguna cosa". Hasta que un día...
...Un tal Valentín se propuso que aquella tía, la iba a escarmentar de tal modo, que aborreciera a los hombres tan sólo con escuchar un nombre de tío, para eso planeó este lío, que como veréis no es un lío cualquiera.

Invitó a su casa a la "devoradora" de penes, con la promesa de que iba a fornicar con el que "más larga y gorda la tiene". La puso una condición que ella aceptó, porque mucho morbo le dio; que durante el coito no le vería "su pito", no sea que dispusiera de su actitud dando un grito al verlo de esa manera.

Ya en el lecho, con el pecho al retortero, uno aquí y el otro allá, las bragas por el tobillo, la dijo Valentín, el muy pillo, que la iba a atar y los ojos tapar, no fuera que de un espasmo delirante de todo lo que iba a gozar, se pudiera enajenar y todo el proceso al garete llevar ¡Que diantre!

Ya vendada la moza, sólo los ojos ¡Claro está! y rezumando por el primer canal una especie de viscosidad que la llegaba hasta la rodilla, Valentín, aprovechando la oportunidad; del frigorífico sacó un enorme calabacín, que por lo visto obtuvo el premio de honor en el pueblo de Alcantarilla. ¡Madre del Amor Hermoso! ¡Como seria ese calabacín!

La moza se lo trago entero, y muy ufana y contenta, intuyendo lo que vendría luego, le dijo a Valentín: Así me gusta, que empieces metiéndome primero un dedo.

   

Castelar-

06/11/2003 

 

TE ROBÉ EL AMOR POR LA ESPALDA, ¿TE ENTERASTE?

TE ROBÉ EL AMOR POR LA ESPALDA, ¿TE ENTERASTE?

   

Lo miró mientras caminaba de espaldas, así le gustaba a ella observarle muchas veces, porque era la forma de mirarlo sin esconder la mirada, sin reprimir el fuego que sentía arden en sus ojos, el deseo por aquel hombre. Era la forma de observarlo con la verdad de lo que le inspiraba sin que él se diera cuenta.

En la distancia acarició su cabeza, metió dulcemente sus dedos entre su cabello, beso su nuca y se abrazó a su cintura, dejó que sus labios entreabiertos se deslizaran por el cuello y por sus hombros, deslizó suavemente la mano por sus espalda. Aquella espalda que ella percibía desde mucho antes contraída por un peso de cansancio, no sabia los motivos pero intuía que algo le pesaba desde hacia tiempo.

El caminaba lentamente, tal vez en algún oculto lugar de su interior percibiera que estaba siendo acariciado, tal vez no quería que aquella inexplicable sensación desapareciera, siempre fue un tal vez...

Se sentía segura, era imposible que él estando de espaldas pudiera verle el rostro anhelante y lleno de amor, tampoco podía ver las imágenes que ella disfrutaba en su mente, ni podía ver como le había obligado a darse la vuelta y a mirarla frente a frente ni como lentamente lo iba desnudando, ni como se desnudaba ella al mismo tiempo despojada del temor y la timidez porque la mente siempre es más libre, más promiscua y más osada.

Las ropas caían al suelo del bulevar junto a la margen del río, las luces de la ciudad empezaban a encenderse y los sonidos del tráfico eran solo una música que se perdía en los rincones de una realidad diluida y contradictoria. Solo un hombre y una mujer viviendo para ellos, abriendo la puerta al deseo y a la necesidad de amor, lo demás solo importaría cuando aquel momento hubiera terminado, al final de lo tiempos de su necesidad.

Él empezó a temblar al sentir las manos de ella recorrer con suavidad todo su cuerpo, se mantenía quieto mientras el deseo por aquella mujer iba minando todos sus propósitos y su fría indiferencia hasta aquel momento. Miró fijamente los labios de ella, quería, deseaba besarlos, sentir su calor, saber del sabor de esa boca...se inclinó casi sin darse cuenta en un gesto por alcanzarlos pero ella le retuvo y le obligó a mirarla a los ojos, entonces es cuando él comprendió el temor que antes sintiera, los esfuerzos que había hecho por no mirarla nunca de cerca, las ganas que sentía de correr y alejarse cuando ella se acercaba...

Era tarde...ella lo estaba poseyendo ya, le estaba robando una a una todas las caricias que él había retenido a lo largo de su vida, todas las palabras que jamás pronunció, todos sus deseos ocultos afloraron para entregárselos a ella, y entonces supo con certeza que siempre había temido  que aquel momento  llegara, que ese día iba a entregar su virginidad por primera vez, lo supo mucho antes pero hasta ese momento no fue consciente de hasta qué punto estaba condenado a no escapar.

Se dio cuenta que jamás había deseado con esa magia casi dolorosa de placer esclavo y tuvo miedo, pero solo fue un instante... ella ya le estaba entregando su cuerpo y él quiso sentirse morir amándolo...

Nunca más sería tan necio de perder a esa mujer...no, nunca más...

Sonó el despertador...tenia el tiempo justo para levantarse y desayunar, no quería perder el autobús...¿qué querría decir aquel sueño que se repetía durante semanas y que le hacia despertarse sobresaltada mientras sentía un orgasmo fuerte, placentero y liberador?.

Ay, los sueños traidores!

Que ustedes disfruten un fin de semana emocionante de bueno, buenísimo.

Mila

20/08/2005

 

COMPARTIR SÁBANAS SIN SEXO

COMPARTIR SÁBANAS SIN SEXO

 

¡Sí, señoras y señores! Aunque ni yo mismo lo creía, ahora tengo que reconocer que es posible dormir en la misma cama con un pedazo de señora, sin que se suscite entre ambos el deseo sexual.

¡Coño! ¿Y como es posible eso? Esa pregunta me la he formulado miles de veces y no lo veía posible. Un hombre y una mujer si han llegado a acostarse juntos, irremediablemente tienen que follar. ¡Pues mire usted! No señor, y os lo voy a explicar porque a un servidor le ha ocurrido hace tan solo unos días.

Resulta que a través de un chat de más de 40, un buen día conocí a Isabel. Al poco tiempo se estableció una corriente de simpatía entre los dos, hasta el punto que nos dimos los teléfonos móviles y los correos electrónicos. A partir de ese día hablábamos por MSN o bien por teléfono; nunca nos faltaban temas interesantes que tratar a ambos, por lo que nuestra amistad se iba incrementando cada hora un poco más.

Isabel me dijo, al cabo del tiempo, cuando yo suscité un tema erótico, para calibrar por donde saldría; que ella pasaba del sexo, y que más adelante me aclararía ese tema; por lo que respeté su decisión y cambié de cuestión. Debo adelantaros, que nos conocíamos a través de intercambio de fotos. Ella aparenta los años que me dijo: cuarenta y dos. Es una mujer atractiva, muy atractiva, vamos... mi tipo: ancha de caderas y un buen culo, pero muy proporcionado al resto de su anatomía; y un rostro muy bonito, destacando los ojos y la boca.

Un día fue ella la que suscitó el tema sexual, ya que yo no volví a tocarlo. Me dijo después de muchas explicaciones que no voy a relatar aquí porque sería muy prolijo, que ella no sentía la llamada sexual ni de hombre ni de mujer desde la muerte de su marido, hecho acaecido hacía bastantes años. Lo había consultado a un psiquiatra y le había proporcionado un diagnostico que no recuerdo, pero que define un estado totalmente indiferente hacia la sexualidad.

Quedé un tanto defraudado, ya que uno de mis objetivos era acostarme con ella. Debo aclarar, que un servidor sólo cohabita con señoras que me agraden tanto o más en su personalidad que en lo físico (a pesar de la imagen que tienen de mi en este foro). Si la señora es de mi total agrado entonces es cuando entra el “sátiro” de Castelar, el coleccionista de pelitos de chichi y de bragas. ¡A ver si se van a creer ustedes que yo colecciono las bragas y los pelitos de cualquiera! ¡No hombre, no!

Resumiendo: al cabo de unos tres o cuatro meses de la relación, me propuso algo que me dejó helado. Me dijo lo siguiente:
- Felix, estoy totalmente segura, que ante los miles de defectos y miserias que puedas tener como animal humano, antes, por encima de todo eso, eres un caballero.

Y prosiguió, porque quedé mudo...
- Estoy segura, que si yo te lo pido, serías capaz de pasar una noche conmigo, compartiendo pan, vino y lecho, sólo hablando de las mil cosas que hablamos por MSN o móvil.

Reaccioné al cabo del rato, calibré todas mis posibles reacciones. Por mi mente pasaron como relámpagos decenas de amigos y compañeros que habíamos dormido juntos. Me dije a mí mismo en voz alta:
- Pues claro que si Isabel. Somos amigos, muy amigos; nuestra amistad es pura y exenta de elucubraciones raras.
- Pues te invito a casa cuando quieras.

Vive en una ciudad a sólo poco más de una hora de Madrid. Me inventé un viaje y allí que me presenté. Isabel es viuda de un médico, casa en barrio residencial y un estatus social medio alto.

La primera impresión, (¡cómo se nota la primera impresión si es buena o mala! nadie puede sustraerse a ella, es como cuando ligas un poker o no ligas nada) fue para los dos extraordinaria. Iba mentalizado a cumplir mi palabra y ¡vive Dios! que lo logré; y juro que no me arrepiento de haber pasado una noche en la cama con un “pedazo de tía” sólo hablando de mil temas triviales.

Isabel se desnudó delante de mí como si fuera Nicolás. ¡Uffffffffffff! Le vi “el potorro” to’negro de pelos, el pedazo de culo, y un par de tetas sobre las que la fuerza de la gravedad aún no había actuado.

Cuando nos levantamos, sobre las ocho de la mañana, después de haber estado hablando casi todo sobre los temas del chat y sus consecuencias, me dio un beso en la mejilla y me dijo:
- Gracias Félix, sabía que eras un caballero.

No la dije ni “mú” Pero lo que un servidor pasó esa noche no se lo deseo a ningún macho. Percibiendo ese aroma mezcla “chumino fresco con loewe de señora” es una angustia casi imposible de soportar.

Sólo hice algo mal, pero de lo que no me arrepiento: Sin que de diera cuenta, le robé las bragas que se quitó esa noche... ¡Y oh Gran Dios! en el bidet que Isabel había usado antes que yo, había como media docena de los pelitos que inmediatamente tomé para mi colección. ¿Los habría dejado allí aposta?

Esto sucedió hace como unos 20 días, hablamos a diario de cosas que pasan y me ha vuelto a invitar para repetir la escena.

¡Oh Dios mío! ¿Qué hago? ¡Me debato entre el caos y la abertura! ¡Que alguien me ayude, por favor!!
 

 

Castelar

01/06/2004  

 

LA MÚSICA MÁS ERÓTICA

LA MÚSICA MÁS ERÓTICA

La música más erótica que existe es el Bolero de Ravel. Empieza suavemente, pero insistentemente con el mismo ritmo, sin parar un solo momento, aumentando cada vez la intrusión de instrumentos y terminando todos con gran estruendo y de forma brusca. Como un orgasmo. 

  

Claro está, que esta música se debe oír a solas para recordar porque sería estúpido hacer el amor siguiendo el ritmo de la obra como si estuvieses obedeciendo la batuta de un director de orquesta Además dura dieciséis minutos. Ya me dirás.

Que sean felices esta noche.

Hetaira
 

 

18/12/2003

 

Y TE SIGO QUERIENDO...

Y TE SIGO QUERIENDO...

Eres mi morbo, mi sensualidad, mi excitación más soñada y placentera, eres mi pensamiento constante, el aroma a hombre que siempre me ha perdido y cautivado, la conversación inteligente y las querencias comunes, eres...ese hombre, el único capaz de perderme en la perversión de un deseo consumado aun en la distancia.
Tus labios generosos y tan deseados para mi son la puerta a los placeres de unas humedades tibias, íntimas... tu lengua en la mía jugando, tu forma de cogérmela aprisionándola lentamente y cada vez de forma más devoradora.Me gusta cuando me besas porque nunca conocí a un hombre que me besara con el deseo y la ternura que tu lo haces. Cada día te deseo más, amor!.

Cuando me acerco a ti me siento tuya, como si hubiera nacido para conocerte y para amarte, para cuidar de tus sueños y darle luz de amor a tus realidades, quiero ser arcilla moldeada por tus manos ardientes, yegua sumisa presta a ser montada por su potente macho. Pero al mismo tiempo quiero poseerte, saberte débil entre mi cuerpo entregado, oírte gemir rendido y suplicante y yo entreteniendo el momento...y tu insistiendo desesperado. Cada día te deseo más, amor!.

Tenias la cabeza inclinada sobre aquel libro y sonreías, ya sabes que me gusta acercarme por detrás y sorprenderte, me es difícil mantenerme serena cuando te siento cerca, algo en mi interior se remueve, y esos deseos que en otras circunstancias tan bien controlo son imposibles de disimular cuando tu estás, porque los siento aflorar a mi piel, humedecen mis labios y mi sexo de forma imperiosa y casi sufriente, algo dentro de mi quiere gritarte que me siento mujer solo para ti. Cada día te deseo más, amor!

Ahora estabas cerca de mi de nuevo...me incliné sobre ti para besarte el cuello con suavidad caliente, de esa forma que te hace contener la respiración, y te susurré al oído aquello que siempre te pido antes de hacer el amor, muérdeme por los hombros...

Y me mordías... empezando por un hombros hasta el lóbulo de la oreja, la punta de tu lengua caliente y humedecida se introducía por ella mientras tus manos suaves y algo temblorosas me desvestían apresuradamente y seguías...seguías...hasta saciarnos el deseo.

Y es que cada día te quiero más, amor... !

Eme
 

26 / 12 /2004

LOS ORGASMOS MERECIDOS

LOS ORGASMOS MERECIDOS

  

Se que sonará a tópico pero es ya una realidad en mí. Mi cuerpo ha encontrado por fin las cuerdas de ese violín capaz de tensarlo y de sacarle todo un manantial de goces infinitos. El placer tantas veces soñado, la necesidad de dar sin límites y de recibir todo aquello que deseen darme por pura generosidad de entrega amorosa, y me dan lo más glorioso; la voluntad, el dominio.

Me he convertido toda yo en un recipiente abierto para recibir todo lo que mi hombre soñó siempre dar y no supieron permitirle, yo abriré para él las puertas de mi grial, yo verteré para él las mieles infinitas de mi cosecha, seré trigo, sal, guadaña, seré todo y nada, porque pondré mi voluntad solamente en dejar de ser para volver a renacer en la voluntad de mi amo y señor, mi hombre.

No habrá deseos en mí ni más necesidades que su sola voluntad y deseo, me libera su generoso amor del trabajoso pensamiento, él pensará por mi y yo recogeré las mieles orgásmicas de su deseo. Es la paz infinita de la nada mental en la entrega de todo mi yo para su placer. Estoy colmada con su cuerpo y sus deseos, con sus ordenes y sus penetraciones, es el éxtasis en la sumisión, es el privilegio de conseguir no ser nada para ser todo lo que él es y en el instante que le plazca.

Mi piel sembrará de semen, orines y babas, fustigará mis nalgas con el látigo del duro cuero y su pene me penetrará por todos los orificios que desee, todo lo mío es suyo desde este momento y yo seré feliz en el éxtasis de su complacencia por los siglos infinitos de su voluntad.

Quiero que me llame zorra, putón, y todas las cosas que jamás se atrevió a decir a mujer alguna, mientras sujeta fuertemente mi pelo y mi cabeza, me obliga a arrodillarme para encularme a su gusto y placer, pero digo mal...yo no quiero, yo no quiero ya nada desde que le conocí, yo solo quiero su voluntad excelsa y sublime, yo solo soy la arcilla que el moldea día a día, ahora suave y ahora brutalmente, porque lo cierto es que mientras sean sus manos, sus piernas y su polla gloriosa quien me laceren de amores, seré infinitamente la feliz esclava de sus pasiones lujuriosas y lascivas.

Es incansable mi amo y señor y yo le amo por ello, aunque ha llegado un momento que ni puedo amarle si él no lo desea, nada hay manifiesto en mi si él no me da su consentimiento previo, ya que mi goce mayor solo lo encuentro en complacerle.

  
Esta noche sé que me ha preparado una nueva correa para atar mi cuello a su cintura de forma que mi boca quede a merced de su entrepierna, atará de nuevo mis muñecas al cabezal de la cama, y volveré a tener la dicha, la infinita suerte de volver a no ser nada para ser todo lo que él desea y precisa.

Tengo que agradeceros a todos aquellos a los que bebí los vientos por vosotros, foreros que me tuvisteis enamorada y loca de deseos frustados, gracias al poco caso que me hicisteis, a los emails que no contestasteis y a las llamadas que no recogisteis, la vida me ha permitido conocer al Dios del placer en un cuerpo de hombre, amo y señor de todas mis venturas orgásmicas.


Sin vosotros, escarnio de mis rechazos, yo nunca hubiera sabido lo que era el placer sublime de la sumisión, gracias a esos que no quisisteis amarme yo no he caído en la tentación de seguir siendo una mujer a remolque del sexo mediocre y aburrido.
 
Ahora empiezo a vivir, solo para él y entre sus ingles, solo en su mente y en sus deseos, la infinita negación de lo mío para ser él, ¡esto es amor!.
 
Dividividem

 

03/11/2003

 

TERNURA

TERNURA

   

"Hacer el amor", estas tres palabras se suponen que deben definir todas las sensaciones por las que acaba de pasar mi cuerpo y mi mente, pero no es suficiente, ha sido, demasiado profundo, demasiado intenso, demasiado... Echo de menos una de esas palabras orientales que saben captar la profundidad de los sentimientos en toda su extensión.

  

Hoy, el día estaba lluvioso, el tiempo parecía pasar muy despacio, hablábamos tranquilamente, pero estábamos nerviosos, notábamos algo especial en el ambiente, nuestras miradas se fueron haciendo cada vez mas profundas y los silencios mas largos, sin darnos cuenta fuimos acercando nuestros cuerpos, me besó, le miré a los ojos y le dije que quería amarle, sentir como se estremecía de placer en mis brazos, no dijo nada, se levanto y empezó a desnudarse, yo hago lo mismo, estamos muy cerca el uno del otro, empezamos a tocarnos lentamente, la piel al rozarse se eriza, nuestros aromas se mezclan, la respiración se hace más fuerte y violenta, nuestra necesidad se escucha con palabras dulces…


Cada día descubrimos una nueva sensación. Empiezo a comprender el significado de la frase "te amo con los cinco sentidos", estoy desarrollando una sensibilidad especial que hasta ahora no sabia que tenia, casi no hace falta que hablemos, una expresión, un gesto, una caricia basta para que nos entendamos, pero es en los ojos donde se concentra todo las sensaciones sentidas, reflejan la alegría al vernos… el deseo de compartir al empezar a amarnos… la pasión mientras lo hacemos… la liberación y el placer en el momento del orgasmo… la ternura mientras descansamos de tanto amor derramado… la tristeza al despedirnos y la esperanza de volver a encontrarnos.

  

Hoynosoybuena_


04/03/2004

LA GRAN CORRIDA

LA GRAN CORRIDA

  

Al practicar el sexo carnal, (el ilícito mejor con chistera, por lo que pueda pasar), se le eriza el bello, se levanta musculoso el miembro uretral y penetra bravo en jofaina la nube perineal, fustigando con furia la fiera dormida de la tigresa que lleva dentro la dama, sucumbiendo raudo a las ansias de las huestes espermáticas e inundando a borbotones las cavernas uterinas del complejo gestador.

Todos corren en bandadas flagelándose los lomos, como locos hechizados, aspirados, cautivados por la magia ovocital. Se fustigan, se amontonan, se disputan a codazos el orgullo de saberse preparados para el fin de fecundar. La carrera que fascina, loca y fiera, que con toque de rebato se inició con la lascivia y se guió por el olfato.
Contusionados, magullados, asfixiados y en tropel, (cuatro o seis u ocho o diez), chapotean entre líquidos viscosos por los valles falopianos merendándose con furia la leche que los movió. Hasta que, de pronto,¡oh!, (qué suerte tuvísteis que lo expulsaron ayer de puro maduro, -o se escapó a pendonear, quien sabe-), se tropiezan con el ovado vellón dorado, que pasaba por allí, quedando a él pegados, (como el hombre a la nariz, pero en pequeño), como cogidos por los morros y moviendo con mohines apausados y graciosos el rabo revelador de la intención.

El espermio más osado, el más ladino, el más sagaz, (digamos que el más entero, cabezón y el de la boca más grande), se afila el diente, le da un mordisco y se le abre, ¡cómo no!, la burbuja acogedora, con quien proseguirá el viaje más decisivo de la vida.

-Caustic 

27/11/2004

MI VERDADERA HISTORIA CON ELLA

MI VERDADERA HISTORIA CON ELLA

En realidad es una historia de sentimientos, sensaciones, sueños, obviamente compartidos, pero esto entra dentro del estilo poético y no son importantes como para relatarlas aquí. Lo importante son esas “otras cosas” que pertenecen al mundo oscuro de la morbosidad.

Les cuento: Durante mucho tiempo... pero probablemente son imaginaciones mías.

Y es que, en mis sueños está a mi lado, como una sombra y lo que no me hace en realidad, se lo permite mi fantasía en sueños. ELLA lleva sus manos hacia el cierre de mi...

Bueno, como comprenderán es materia reservada, y siempre lo será. Además que... ¡joder!, a nadie que le importa.

CONTINUARÁ (sinceramente no creo. Te jodes, morbo)

Sapo